Toros

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Álvaro Lorenzo, temple de Puerta Grande; Fortes, cornada en la corva derecha

Álvaro Lorenzo cuajó al noble sexto en una faena de almibarado temple, Joselito Adame impactó por su relajado y vertical toreo al primero, y Fortes se llevó el peor lote y cobró, además, una cornada a destiempo

El diestro Álvaro Lorenzo saliendo por la puerta grande tras cortar dos orejas
El diestro Álvaro Lorenzo saliendo por la puerta grande tras cortar dos orejaslarazon

Álvaro Lorenzo cuajó al noble sexto en una faena de almibarado temple, Joselito Adame impactó por su relajado y vertical toreo al primero, y Fortes se llevó el peor lote y cobró, además, una cornada a destiempo.

Santander: Sexta de la Feria de Santiago. Toros de Castillejo de Huebra y José Manuel Sánchez (4º), de correcta presentación. Les faltó raza y empuje, salvo al 1º y 6º, nobles y con transmisión. Tres cuartos de entrada.

Joselito Adame: de azul rey y oro, estocada contraria, siete descabellos (saludos); buena estocada (saludos).

Fortes: de grana y oro, dos pinchazos, estocada casi entera, descabello (silencio); buena estocada (saludos).

Álvaro Lorenzo: de grosella y oro, estocada baja y trasera (oreja); pinchazo hondo, aviso, estocada desprendida (oreja).

Tequila añejo, hiel y miel. La sexta de la Feria de Santiago anunciaba una terna de jóvenes aspirantes. Candidatos a todo. Se lo ganaron por distinto camino en el ruedo. De alabar, darles cancha. La filosofía de Santander. Ninguno de los tres decepcionó. Ni Álvaro Lorenzo, que cuajó al noble sexto en una faena de almibarado temple; ni Joselito Adame, que impactó por su relajado y vertical toreo al primero, ni Fortes, que se llevó el peor lote y cobró, además, una cornada a destiempo. Por partes. Lorenzo dejó una de las faenas de la feria. Fue en el sexto de una corrida murubeña de Castillejo de Huebra a la que le faltó raza. Sólo primero y este ‘cierraplaza’ se salvaron. Tuvo nobleza y transmisión el castaño, sobre todo, más duración que sus hermanos. Y el toledano, a base de temple lo cuajó por ambos pitones. Muy despacio algunas tandas. Rotundas. Limpias. Encajado el torero. Dos circulares larguísimos, eternos, sin menear las zapatillas para formar un lío. Pese al pinchazo previo, la estocada desprendida valió la oreja. Otra paseó del tercero, corto y sin recorrido, al que exprimió realizando un esfuerzo, voltereta incluida. Fortes se llevó la cicuta de la tarde. El peor lote y una cornada limpia de 20 centímetros en la corva derecha. Al entrar a matar al quinto, del que cortó un trofeo. Le hizo hilo y, aprisionado contra las tablas, lo levantó por dos veces de fea manera. Para reventarlo. Adame dejó impronta en el primero, el otro toro con opciones del encierro. Relajado, vertical, torero de verdad, en una faena con poso de torero bueno que estropeó con el descabello.

Parte médico de Fortes:

«Herida por asta de toro, limpia, que no afecta a vasos importantes, de 20 cm». Pronóstico «menos grave».