Televisión

«Electric dreams»: El futuro puede ser una pesadilla

La serie está basada en relatos de Philip K. Dick, autor de ciencia ficción y artífice de «Blade Runner»

De izda. a dcha., Jack Reynor y Malik Ibneis, en primer plano, Geraldine Chaplin
De izda. a dcha., Jack Reynor y Malik Ibneis, en primer plano, Geraldine Chaplinlarazon

La serie está basada en relatos de Philip K. Dick, autor de ciencia ficción y artífice de «Blade Runner».

El universo narrativo de Philip K. Dick –un hombre cuya literatura de ciencia ficción estuvo muy condicionada por sus problemas psicológicos y las visiones– es una materia prima excelente para la industria audiovisual. Muchos le conocieron gracias a ese milagro cinematográfico que es «Blade Runner» (1982), basado en su novela «¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?». Su éxito le colocó en el foco de Hollywood. Desde entonces han sido numerosas las adaptaciones para el cine. Sin embargo, los productores de televisión eran más reticentes. Posiblemente porque su temática es demasiado alambicada, ya se que se nutre de conceptos, existencialistas y metafísicos y fantasías surrealistas. Pero tras la emisión de una de sus obras más célebres, «El hombre del castillo», Amazon Prime Video acaba de estrenar un ambicioso proyecto: «Electric Dreams», una serie de diez capítulos independientes, a partir de una decena de cuentos cortos, producida por el canal británico Channel 4 y Sony, y que cuenta en el reparto con actores tan recomendables como Steve Buscemi, Geraldine Chaplin, Timothy Spall y Maura Tierney, entre otros.

Conflictos de identidad

La ficción ofrece la posibilidad de reencontrarnos con Bryan Cranston («Breaking Bad»), que todavía no ha realizado ningún trabajo que eclipse su interpretación de Walter White, un personaje que, si en un principio fue una bendición, también puede convertirse en una losa. En «Electric Dreams» ejerce de productor y protagoniza el episodio «Human Is». En él se aborda uno de los temas más queridos de Dick, los conflictos de identidad. El protagonista es un militar con un carácter frío y experto en la extorsión emocional que regresa a la Tierra con una personalidad distinta para alegría de su mujer, ya que no tiene nada que ver con el que conocía... quizá porque no es él.

En una entrevista concedida a la página web «Den of Geek», Cranston explica que lo que más le atrae de Philip K. Dick es «que estimula la imaginación. Todos tenemos una idea del pasado y vivimos el presente, pero ignoramos cómo será el futuro». Lo cierto es que el autor no presenta un futuro precisamente halagüeño. En «Electric Dreams» el espectador podrá ver el dominio que ejercen los mutantes telépatas sobre los mortales, al romper el orden establecido; a una anciana, que supera los trescientos años, cuyo deseo es volver a la Tierra; el placer que procura una población que no está en ningún mapa pero que ofrece a los que la visitan una realidad alternativa; mujeres sintéticas tan perversas como una «femme fatale» de los años 40 y 50, y, algo que ya puede entrever como potencialmente futurible, que los humanos consuman para ser felices, aunque hayan sido programados para que no tengan libertad de elección.

Son numerosas las críticas que tienden a comparar «Electric Dreams» con «Black Mirror», por la forma en la que plantea cómo la tecnología condiciona nuestras vidas. Otros citan a «Dimensión desconocida», una de las primeras series – estuvo en antena en Estados Unidos desde 1959 y 1964– que acercó a la audiencia un género literario aparentemente menor como la ciencia ficción. Cualquier referencia no está de más, pero «Electric Dreams» tiene entidad propia.