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Huesca

Sierra de Guara: aventura en familia

El deporte y la naturaleza se dan la mano y existen opciones para toda la familia
El deporte y la naturaleza se dan la mano y existen opciones para toda la familialarazon

La Sierra y los Cañones de Guara, en Huesca, es la meca del barranquismo, mientras que Alzquézar pone el punto medieval.

La Sierra y los Cañones de Guara fueron declarados Parque Natural en 1990 y están considerados como la auténtica «meca del barranquismo» en Europa. El Parque está situado en plena comarca del Somontano (Huesca) en las estribaciones más meridionales de la cordillera pirenaica, en medio de una tierra de contrastes bañada por aguas cristalinas y encerrada entre escarpadas montañas que agrupan medio centenar de municipios cercanos a los ríos Vero y Cinca.

Adentrarse en este Parque es vivir una aventura apasionante, donde la naturaleza nos regala rincones únicos y espectaculares, esculpidos por la fuerza del agua que, con el paso del tiempo, ha ido modelando las rocas dando forma a cortados sombríos y toboganes que invitan a la diversión. Aquí tenemos la posibilidad de realizar los mejores descensos de cañones y barrancos de toda Europa: hay más de 70 rutas abiertas, lo que posibilita encontrar una que se adapte a nuestras aptitudes, desde las más accesibles para iniciarnos (perfectas para hacer en familia) hasta las de mayor dificultad, sólo aconsejadas para expertos.

El descenso de cañones es una actividad de turismo en la naturaleza que en los últimos años se está imponiendo con auténtica pujanza y no le faltan motivos; la mayoría de los lugares donde se practica son parajes de gran belleza paisajística, generalmente de naturaleza salvaje y sin contaminar plagados de rincones a los que sólo se puede acceder descendiendo el barranco: pozas de agua esmeralda, cascadas, toboganes vertiginosos, galerías inundadas se van presentando en nuestro recorrido conformando una experiencia inolvidable. Es una actividad divertida y emocionante, que nos brinda un mundo de sensaciones inéditas, pero no exentas de riesgo. Para minimizar esos posibles riesgos es aconsejables hacer siempre el recorrido en compañía de guías expertos, que conocen el terreno como la palma de su mano y nos aportarán el material técnico necesario. Es la mejor manera de evitar disgustos y asegurarnos de disfrutar al máximo de esta experiencia. Los excesos de confianza son malos compañeros de aventura y suelen pasar factura.

Bierge es uno de los puntos de entrada perfectos para adentrarnos en el Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara. Cientos de personas se acercan hasta este pintoresco pueblo durante los meses de verano para tomar un baño en las frías y cristalinas aguas del río Alcanadre, con su presa y el famoso salto de agua de nueve metros de altura, punto final de La Peonera, uno de los barrancos más populares de la Sierra de Guara.

Los que prefieren encontrar lugares menos masificados pueden emprender una ruta senderista que conduce hasta otro de los lugares icónicos de Guara: la Fuente de la Tamara. Sólo hay que seguir el sendero que parte desde el aparcamiento del salto de Bierge –perfectamente señalizado– y continuar la ruta durante una hora y media. La recompensa nos aguarda en Tamara, con una maravillosa poza en la que podremos disfrutar de un inolvidable baño. Pero no toda la fama de Bierge es debida a su salto; en la misma entrada del pueblo encontramos una auténtica joya del arte románico, la ermita de San Fructuoso (siglo XII). Que nadie se deje engañar por su poco agraciado aspecto exterior, ya que su verdadero tesoro se descubre dentro: un ciclo de pinturas al temple que relatan la vida de San Nicolás de Bari, San Juan y San Fructuoso.

Alquézar es, sin lugar a dudas, la población más emblemática y representativa de esta pequeña región aragonesa. Declarada Conjunto Histórico Artístico (1982) ha sabido conservar hasta nuestros días el encanto medieval de sus casas y de sus estrechas calles empedradas. Alquézar, una asidua en las listas de los pueblos más bonitos de España, se encuentra localizada en el último cañón del río Vero, y está dominada por la imponente figura de la Colegiata románica (s. XVI), construida sobre los restos de una antigua fortaleza musulmana. A sus pies, el pueblo se agolpa con forma de media luna para recordarnos su origen árabe, con sus casas apoyadas una sobre otra, adornadas con aleros y balconadas, bellas puertas de robustas maderas y portalones en los que campean escudos de armas esculpidos en piedra. No hay que perderse su pequeña plaza vieja y sus originales soportales, que durante cientos de años fueron el lugar escogido para albergar los puestos del mercado. Hay visitas guiadas a la Colegiata, para «disfrutar y entender lo que se ve y lo que esconde», como la leyenda del fantasma que hace sonar su campana.

Desde Alquézar parten diferentes rutas de senderismo. Seguramente, la más conocida sean las Pasarelas del Vero, un camino fácil y corto, apropiado para hacer en familia (una hora y media de duración) que discurre por el último tramo del cañón del Río Vero. Como únicas precauciones, es recomendable ir provistos de agua, calzado adecuado para caminar y evitar las horas puntas de calor y los días de lluvia.