«Dedicarse tiempo es un acto generoso hacia nuestros hijos»

Trabajó como directora creativa para grandes marcas pero descubrió que su pasión era utilizar su creatividad para ayudar a las mujeres a sacar lo mucho que tienen dentro

-¿Por qué se produce, en su opinión, una pérdida de identidad tras la llegada de la maternidad?

-Justo cuando nacen los niños igual no, pero pasado un tiempo, cuando la madre ya lleva mucho años sin darse prioridad, sin dedicarse tiempo, dejando para ultimísima cosa de la lista sus propios hobbies, sus pasiones entonces, poco a poco, se va perdiendo, se va olvidando de quién era, de qué le gustaba hacer en el tiempo libre. Y si a eso se suma que en este momento hay una sobreinformación de todo lo referente al mundo niño (mil blogs, webs, libros...), entonces la madre tiene delante de ella tal cantidad de opiniones e información que acaba por no poder poner a prueba su propia opinión o su instinto y acaba un poco perdiéndo la identidad.

-¿Y cómo se consigue recuperar?

-Lo importante es darse tiempo otra vez, entender que darse prioridad y volver a ser protagonista. No es sólo importante para ella sino también para sus hijos, que van a ver que a su madre más realizada, más serena, más feliz. Y aprender a reorganizar la agenda para que todas las semanas haya un huequecito, aunque sea mínimo, para volver a retomar una pasión, un hobby o volver a cultivar el talento que se tenía.

-Habla de un proyecto de nueve meses de duración, ¿por qué ese plazo?

-La experiencia con los clientes a los que he ayudado en este recorrido me ha enseñado que es un proceso que no se ha de apresurar, que pide tiempo. Porque escucharse y volver a retomar y volver a priorizar y a decir no son cosas que llevan mucha práctica, mucho tiempo. Además, me gustaba la metáfora de que es renacer, cultivar una nueva semilla dentro de ti y, al final del recorrido, verla florecer: si, por ejemplo, tienes una idea emprender, o lanzar al mundo tu proyecto.

-¿Se ha basado en experiencias propias para escribirlo?

-Sí, al final yo también soy madre y también me ha costado hacerme un hueco, seguir mis pasiones. Eso unido a la experiencia de todas las madres a las que he seguido en mis clases de «coaching» y los cursos de escritura.

-¿Cómo descubrió usted que su papel iba a ser el de orientar la vida de lo demás?

-Al principio no era ese mi nicho exclusivo, pero enseguida me gustó el mundo del coaching y el asesoramiento, me di cuenta de que yo trabajo mejor cuando empatizo con la persona que tengo enfrente, cuando la entiendo bien. Eso me llevó poco a poco a desear trabajar con madres, porque empatizo con su historia, con la lucha constante por conciliar, por encontrar tiempo para ti, con la sensación de no llegar, de estar a mil cosas...

-¿Cuáles son las claves o herramientas necesarias para llevarlo a cabo?

-Volver a priorizarse, minimizar los estímulos exteriores, saber decir que no, reorganizar la agenda, entender que un niño feliz es hijo de una madre feliz y que, lejos de ser egoísta, el dedicarse tiempo es un acto generoso hacia nuestros hijos que nos ven serenas y realizadas les estamos enseñando la importancia de desarrollar su propio talento, de desarrollar su propia pasión. Un poco va por ahí.