Pacientes

Pionera base de datos de «huellas faciales» en 3D

El Instituto Maxilofacial Teknon crea una herramienta para optimizar la reconstrucción facial y que se asemeje lo más posible a la situación previa y evite secuelas psicológicas

Pionera base de datos de «huellas faciales» en 3D
Pionera base de datos de «huellas faciales» en 3Dlarazon

El Instituto Maxilofacial Teknon crea una herramienta para optimizar la reconstrucción facial y que se asemeje lo más posible a la situación previa y evite secuelas psicológicas

Pioneros en Europa y útiles para los pacientes. El Instituto Maxilofacial Teknon (IMFT) del Grupo Quirónsalud ha creado la primera base de datos de registros faciales en 3D. Con esta herramienta se proponen mejorar el manejo de los traumatismos faciales gracias al uso y combinación de tres exploraciones: el escáner 3D facial de baja radiación, los registros 3D de tejidos blandos faciales y el escáner dental. El IMFT, que está dirigido por Federico Hernández-Alfaro, va a revolucionar el complejo proceso de devolver el rostro a una persona que lo ha perdido debido a un accidente.

Hasta ahora la reconstrucción facial se realizaba siguiendo unas bases anatómicas estándares. El hecho de contar con un registro facial basal 3D permite posicionar los huesos faciales tal y como se encontraban previamente al traumatismo, y optimizar así los resultados quirúrgicos, además de reducir las consecuencias psicológicas derivadas del traumatismo. En ocasiones, como en las fracturas faciales bilaterales, el cirujano puede guiarse según la anatomía del lado contralateral de la cara, si este no está afecto. Sin embargo, todos las personas poseen cierto grado de asimetría facial, es decir, tienen las dos mitades de la cara diferentes; así que, si se toma como referencia el lado contralateral de la faz, la reconstrucción facial tampoco será la adecuada.

Curioso nacimiento

Adaia Valls, cirujana maxilofacial del Instituto Maxilofacial Teknon, explica como surgió la iniciativa: «El proyecto “La huella facial” nació, en realidad, hará unos pocos meses de manera prácticamente fortuita. Un paciente que intervenimos de estética facial en el Instituto Maxilofacial sufrió un traumatismo facial grave durante un viaje en Tailandia. Los hospitales que le atendieron se pusieron inmediatamente en contacto con nosotros para preguntarnos si teníamos información facial del paciente que pudieran usar para tratarle. Afortunadamente, les pudimos enviar un escáner de su esqueleto facial que les sirvió para realizar la intervención de manera mucho más precisa». Esto sirvió para establecer unos protocolos para todos aquellos que lo deseen, no sólo deportistas –que fueron los primeros en solicitarlo–, puedan someterse a este estudio y tenerlo por interés propio, por el riesgo que puedan tener en su entorno laboral o porque se hallen inmersos en un proceso oncológico que fuera a requerir algún tipo de reconstrucción secundaria.

Como explica Valls, «muchos de los pacientes que acuden a nuestra consulta preguntando por la “huella facial” son deportistas de élite, pero nos hemos dado cuenta que todo el sistema de registro 3D puede generalizarse a toda la población. Cualquier persona tiene al alcance la posibilidad de obtener su “DNI facial” para prevenir algún posible problema que pueda surgirle en el futuro». Porque si el cirujano cuenta con un registro facial basal del paciente, la reconstrucción podrá realizarse de forma dirigida y personalizada, se obtendrán así mejores resultados quirúrgicos, mayor satisfacción del paciente, y se paliarán además las consecuencias psicológicas derivadas del traumatismo y la reconstrucción. «Este registro facial se entrega al paciente, que lo puede utilizar cuando y donde quiera, y no es vinculante para realizar la cirugía en Teknon», puntualiza Valls.

Paso a paso

La huella digital es el conjunto de datos obtenidos a través de un escáner facial de baja radiación, con fotografías 3D de tejidos blandos y un escáner intraoral, sin radiación, que ofrece un mejor registro de la oclusión dental y puede dejar la dentadura con sus características originales de antes del traumatismo. Valls explica con más detalle este proceso: «Para la obtención de las tres capas del paciente que vemos en la imagen empleamos un escáner de haz cónico de baja radiación que registra la información de los huesos del cráneo, un escáner intraoral que obtiene la topografía dental y finalmente una serie de fotografías faciales que se superponen a las capas anteriores a través de un software de alta tecnología. Con estos avances podemos comparar posteriormente con una precisión milimétrica la zona de la cara afectada con los registros faciales previos y, de esta manera, realizar una reconstrucción perfecta».

«La información que obtenemos del escáner de baja radiación, del escáner intraoral y de las fotografías son pruebas anatómicas reales del paciente. Es una información 100% personalizada, única y exclusiva de la persona. Su “huella facial”, el ‘‘DNI’’ de su cara. Posteriormente, con el software 3D especializado en cirugía maxilofacial podemos procesar toda la información y compararla con la del traumatismo o lesión y asegurar una reconstrucción precisa», continúa Valls.

Mejor recuperación

La recuperación postquirúrgica de un traumatismo a veces supone un fuerte obstáculo para los pacientes que no ser reconocen a sí mismo. Contar con un registro facial previo al traumatismo siempre ayudará al equipo de cirujanos a obtener resultados óptimos. «Gracias a las nuevas tecnologías de que disponemos en el IMFT, podemos conseguir posicionar los huesos faciales tal y como se encontraban previamente al traumatismo», cuenta Valls. Los resultados de la cirugía van a depender del tipo de fractura y del tratamiento realizado: son factores determinantes de esta la planificación y la técnica quirúrgica, la tecnología aplicada, y finalmente, la rehabilitación funcional.

Para ello, el IMFT cuenta con especialistas en rehabilitación dental y rehabilitación física facial, incluidos un equipo de odontología, uno de fisioterapia y uno de logopedia. Por ello, las fracturas faciales deben tratarse con urgencia para poderlas reducir de forma correcta. «El Instituto Maxilofacial se sitúa en la vanguardia de la revolución tecnológica siendo el primer centro europeo en introducir este tipo de tecnologías punteras y la planificación tridimensional de las cirugías. Hasta la fecha y según nuestro conocimiento, también somos los primeros en realizar una base de datos de registros faciales».