La varicela en los niños. Síntomas, contagio y consejos.

La varicela es una de esas enfermedades incómodas, no sólo por la fiebre que conlleva y el hecho de no poder hacer vida normal, sino sobretodo por el picor de los granos que le caracterizan y por el hecho de que si enfermas te tienen que aislar durante un tiempo para evitar el contagio.

Es una enfermedad que normalmente afecta a niños entre 5 y 10 años. Es infecciosa y causada por el virus de los herpes. Una vez que el niño la ha contraído queda inmunizado contra ella, y aunque normalmente no es grave puede serlo en niños muy pequeños o con un sistema inmunitario débil.

Los síntomas más reconocibles de la enfermedad son los granitos que salen en la cabeza y la espalda y que se van extendiendo por el cuerpo. Si la enfermedad tiene mucha fuerza, puede que cubra incluso boca, garganta y genitales. Estos granos pican, y mucho, y a media que pasan los días van secándose y cubriéndose de costra. Todo suele ir acompañado de fiebre y dolores de cabeza.

Como en todas las enfermedades, hay diferentes grados. Si el enfermo está vacunado puede que enferme, pero los síntomas no serán tan acusados. Puede que les salga algún granito pero no tengan fiebre, por ejemplo. Como en muchas otras enfermedades, la mejor forma de prevenir la varicela es a través de la vacuna correspondiente.

Lo que no hay que hacer en ningún caso es rascarse esos granitos, porque entonces corre riesgo de infección y de quedarse con cicatrices para siempre. Para evitar ese picor son recomendables los baños templados con jabón PH neutro y avena, los polvos de talco sobre los granitos para ayudar a que se sequen, cortar bien las uñas del pequeño para que no se haga herida y vestir al niño con ropa holgada y ligera. Puede que el pediatra le recete algún antihistamínico para el picor y paracetamol para la fiebre. No es recomendable tomar aspirina ya que puede dar lugar al Síndrome de Reye (causa alteraciones en el metabolismo y daños importantes en el hígado).

El problema es que es una enfermedad muy contagiosa. Se puede transmitir a través de la tos y estornudos desde los tres días antes de la aparición de los primeros granitos hasta que la costra cubre todos los granos, normalmente después de siete días. Por eso es recomendable que no el enfermo de varicela no tenga contacto con otros niños durante esos días. Y ojo, que puede que los granos desaparezcan pero a los días tenga un nuevo brote.