Crítica

El versátil Keenlyside

Crítica de clásica. Sesiones golfas. «Songlines to American Music». Barítono: Simon Keenlyside. Piano: Matthew Regan. Trombón: Gordon Campbell. Viento madera: Howard McGill. Batería: Mike Smith. Contrabajo: Richard Pryce. Teatro Real. Madrid, Sesiones golfas. 29-IV-2016.

La Razón
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El mundo contemplado en este concierto, en el que se daban cita compositores europeos instalados en EE UU y compositores estadounidenses influidos por músicas del otro lado del Atlántico, quizá no fuera el más adecuado para una voz impostada como la de este británico, barítono lírico de amplio espectro, de buen metal tímbrico, que pierde espesura en la zona alta. La emisión es franca, sólo ligeramente engolada en zonas graves, el centro consistente y sonoro, de agradable pasta. Pero Keenlyside es un músico inteligente, que sabe acoplarse gracias a una especial sensibilidad.

- Cambios de emisión

Hubo de hacer cambios en la emisión, abrir los sonidos, desgarrar determinadas notas, emitir en falsete; aunque sin perder sus señas líricas. Así en «Little cowboy song» de «Arizona Lady» de Kálmán o en «So in love» de «Kiss me, Kate» de Porter. Reveló una inesperada facilidad en el «swing». En «Song of the big shot» de «Happy End» de Weill se elevó hasta un sol agudo. No siempre acertó en la expresión, a la que le faltó encanallamiento en «Micky el Navajas».

Usó micrófono con el fin de acoplarse al caudal sonoro de los cinco espléndidos instrumentistas que lo acompañaban. Engarzaron muy bien con el solista y brindaron solos espléndidos, como los protagonizados por McGill, un auténtico fenómeno, desde al clarinete, la flauta o el saxo; o los defendidos por Campbell con su trombón ligero, con verdaderas exhibiciones en el manejo de las sordinas. La base pianística de Regan fue tan discreta como musical. Pryce en el bajo y Smith en la batería colaboraron a la perfección.