Real Madrid

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«La labor de Zidane, como la mía, es que jueguen como equipo»

Leo Beenhakker sumó 34 partidos sin perder con el Real Madrid, un récord que puede igualar mañana «Zizou» contra el Dortmund

Beenhakker, junto a Butragueño, uno de los jugadores con los que logró su espectacular racha
Beenhakker, junto a Butragueño, uno de los jugadores con los que logró su espectacular rachalarazon

Leo Beenhakker sumó 34 partidos sin perder con el Real Madrid, un récord que puede igualar mañana «Zizou» contra el Dortmund

El 2 de octubre de 1988 el Real Madrid ganaba al Oviedo y desde ese día hasta el 15 de abril del año siguiente, durante 34 partidos seguidos, en la Liga, en la Copa y en la Copa de Europa, no perdió. «Pero no pensábamos en récords. Era una época muy buena y éramos conscientes de ello, pero sólo nos preocupaba el próximo partido y ser campeones de España», cuenta Leo Beenhakker, el entrenador holandés que ocupaba entonces el banquillo madridista por tercera temporada consecutiva. El Madrid había ganado las tres ligas anteriores y la Quinta era un símbolo de una España joven, que dejaba atrás el pasado. Eran algo más que futbolistas. «Teníamos a Hugo, a Butragueño, a Gordillo, a Míchel, a Chendo o a Sanchís, era una gran época del Madrid, no puedo señalar a alguien de manera individual», recuerda Leo desde Holanda a sus 74 años, ya retirado de una larguísima trayectoria en el mundo del fútbol. «Hago vida de jubilado, veo algunos partidos los fines de semana, alguna vez voy al campo», cuenta. «Han pasado 30 años desde esos tiempos, ¿qué quieres saber?», pregunta después.

«Fenomenal que lo superen»

30 años sin que ninguna plantilla del Real Madrid haya conseguido esos 34 encuentros consecutivos. Sólo Zidane, contra el Borussia, en el último partido de la fase de grupos, podría igualarlos. «Me parece muy bien, fenomenal que lo consiga», continúa Leo. «Pero son dos épocas que no se pueden comparar, el fútbol es totalmente distinto, ahora hay menos espacio y menos tiempo y los futbolistas son más fuertes físicamente», afirma Beenhakker, y lo sabe porque ha estado entrenando hasta hace poco, enganchado al fútbol. Fue el Zaragoza quien le trajo a España y fue el Madrid quien le dio el reconocimiento mundial. Sustituyó a Molowny antes de empezar la temporada 1986-87 y contribuyó a crear un equipo invencible en España, que sumaba, en cambio, frustraciones en Europa. Antes de que llegase el «Dream Team» de Cruyff, el conjunto blanco cambió la furia que había predominado en el fútbol español hasta los ochenta por el toque. «Es que ésa siempre ha sido la base del fútbol», dice con naturalidad.

Era el Madrid de la Quinta del Buitre y la Quinta de los Machos, que llevaban ya tres años jugando juntos. Habían caído en Barcelona en la Supercopa y después jugaron en Oviedo la quinta jornada de Liga. Hacía poco que había empezado el otoño. Hasta primavera no hizo más que empatar o ganar. «Aunque el fútbol es distinto, lo que no ha cambiado es que los rivales estaban locos por batirnos. Cada partido era una batalla final. En la Liga española se va a Mallorca, al campo del Betis, había partidos fuera de casa, como contra el Celta».

Este Madrid de Zidane también sufre en días inesperados: empata en Las Palmas o se deja dos puntos en Varsovia, le sorprende el Eibar o le quita dos puntos el Villarreal en el Bernabéu. Zidane repite, tras cada partido complicado, que esta Liga consiste en eso, en saber sufrir, y que van a ser más los días en los que se sufra que en los que se ría. Hay varios nexos de unión entre ambas épocas, además de que el Buitre o Chendo siguen en el club, esta vez con chaqueta y corbata. Como éste, aquél era un equipo con carácter. Camacho, aquella temporada con 33 años, impedía las malas caras y empujaba desde atrás, como hace ahora Ramos; Schuster dirigía como Modric y Hugo hacía goles como Ronaldo. Y, sobre todo, el técnico ordenaba al conjunto: «El entrenador está pendiente de todo, cada jugador, de manera individual, sabe jugar y la labor del entrenador es que cada semana jueguen juntos, como equipo. Eso hacía yo y eso sucede ahora. El entrenador tiene que lograr que todos presionen un poquito, que ayuden a defender, que Chendo, por ejemplo, suba al ataque...».

Se cuenta alguna bronca de Beenhakker, que temporadas después volvería en una situación diferente, pero en la 88-89, todo iba sobre ruedas. Como ahora. «Está clarísimo que Zidane lo está haciendo fenomenal, está a punto de batir este registro», dice sin querer recordar mucho más. Fue la temporada del récord, en la que ganó la Liga y la Copa, pero también la del Milan de Sacchi. Beenhakker lo vivió todo con intensidad, pero fue hace mucho. La vida pasa muy rápido y dice: «Me queda poco tiempo, así que tengo que mirar hacia delante».

Racha Beenhakker

34 partidos sin perder Entre el 2 de octubre de 1988 y el 15 de abril de 1989. 23 fueron en la Liga, 6 en la Copa de Europa y 5 en la Copa del Rey.

25 victorias

9 empates

85 goles a favor

34 goles en contra

2 títulos ganó. Ese año se proclamó campeón de la Liga y de la Copa.

Racha Zidane

33 partidos sin perder. El último partido en el que cayó el Madrid fue el 6 abril, 2-0 ante el Wolfsburgo. Desde ahí, 21 encuentros de Liga, nueve de Copa, 1 de la Supercopa y 2 de la Copa del Rey de forma seguida sin perder.

26 victorias

7 empates

93 goles a favor

30 goles en contra

Aspira a todo. El Madrid es líder en la Liga y está clasificado para octavos en la Copa y la Champions. Además, juega el Mundialito de clubes.