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Espanyol

Mil maneras de ganar

El Madrid se rehace tras una media hora sin control. La salida de Kroos y el gol de James inclinaron el partido y dominó al Espanyol.

El defensa portugués del Real Madrid Kleper Laveran "Pepe"(d) despeja ante el delantero brasileño del RCD Espanyol Leo Baptista
El defensa portugués del Real Madrid Kleper Laveran "Pepe"(d) despeja ante el delantero brasileño del RCD Espanyol Leo Baptistalarazon

El Madrid se rehace tras una media hora sin control. La salida de Kroos y el gol de James inclinaron el partido y dominó al Espanyol.

Van pasando los partidos y va luciendo el Madrid la plantilla que tiene. James, quizá el futbolista más discutido en los últimos tiempos en el club blanco, fue titular ayer por primera vez esta temporada y sin hacer un partido deslumbrante, desniveló el choque con un gol desde fuera del área después de quitarse de encima a dos rivales. Cada jugada buena que hace el colombiano se interpreta como un empujón de moral para que vuelva a ser el futbolista de hace dos años. El pasado miércoles, en Champions, dio el pase de la victoria y ayer marcó el primer tanto, que sirvió para aclarar al Madrid de la confusión. Pocos jugadores tienen su pierna izquierda, y, aunque quizá le falta un físico más contundente y más seguridad en sus posibilidades, sigue siendo un jugador desequilibrante, necesario en días como el de ayer. Su gol abrió el camino para dar tres puntos y que el conjunto de Zidane siga volando en la Liga, como hace desde el mes de marzo.

Suma ya 16 victorias consecutivas en Liga, igualando el récord del Barcelona que entrenaba Pep Guardiola. No es fácil ganar tanto porque antes o después siempre sale un partido flojo, un rival crecido, un error y se pierde o se empata. Sucede casi siempre, sin embargo este Madrid va salvando todas esas malas tardes de una manera que ya no se puede pensar que es casualidad.

Hay otra cosa: es seguridad, saber lo que se quiere, confianza infinita y una plantilla en la que hasta 16 jugadores pueden ser titulares y resolver el choque. No hace falta ser brillante, pero sí profesional y tener las ideas claras. El Madrid no estuvo fino durante media hora en Cornellá, impreciso en el centro del campo, abusando, por tanto, de los pases de los centrales a los delanteros. No conseguía elaborar nada, mientras el Espanyol se crecía en la presión e inquietaba con las llegadas de Baptistao, mejor en el remate que en el juego. Fue en esos instantes cuando Casilla demostró que es un portero más que válido. Está teniendo varios partidos seguidos por la lesión de Keylor Navas y cada vez se encuentra mejor. Ayer, al principio del choque, sacó un remate que era gol.

Se lesionó Casemiro y lo que podía ser una mala noticia para el Madrid, porque el brasileño ha sido fundamental en esta trayectoria, se convirtió en la clave que cambió el partido. Salió Kroos y el centro del campo blanco fue un clásico: Kroos, Modric y James. El alemán impuso su personalidad. Pidió la pelota, supo caer a banda, moverse y encontrar casi siempre al jugador que desahogaba la situación. En un encuentro muy embarullado, el Madrid encontró claridad gracias al estilo del alemán. No tiene sitio en el mediocentro y suele jugar de interior, donde tiene más llegada y presiona más arriba, pero no ha olvidado lo que aprendió hace ya dos temporadas, cuando Ancelotti le situó ahí.

El Madrid se empezó a rehacer del caos y pasada la media hora del partido se sintió dueño de la situación. El desgaste empezó a hacer mella en un Espanyol más efusivo que peligroso y el gol de James hundió cualquier esperanza. El colombiano traspasó al peleón Diop y su tiro cruzado fue imposible para Diego López.

En la segunda parte, el líder de la Liga no encontró contestación. Con la pelota, sin prisas (y también sin excesiva ambición), con seguridad, el equipo de Zidane manejó mucho más el partido, replegándose con cuatro centrocampistas cuando era necesario y jugando ya en terreno del Espanyol. Lucas Vázquez pidió la pelota mucho más y Carvajal insistió. El partido estaba ya decidido porque las dudas del líder atrás desaparecieron y el Espanyol se convirtió en un equipo manso o agotado, superado por el rival.

Desde hace tiempo, el conjunto de Zidane se mueve muy bien en esas situaciones. Sabe dominar los tiempos, como antes no hacía, y no necesita el vértigo en cada jugada. Se maneja a la perfección con paciencia, esperando a que llegue su momento. Aguantó la mala primera media hora y luego fue dueño del choque. Era cuestión de tiempo que llegase el segundo gol. Lo hizo Benzema, que lo había estado buscando, antes de ser sustituido por Morata. Nadie se puede despistar en este Madrid, que te roban el sitio.

Ficha técnica:

0 - RCD Espanyol: Diego López; Javi López, David López, Óscar Duarte, Víctor Sánchez; Hernán Pérez, Diop, Marc Roca (Diego Reyes, min.83), Piatti (Álvaro, min.10); Baptistao y Gerard Moreno (Felipe Caicedo, min.66).

2 - Real Madrid: Kiko Casilla; Carvajal, Pepe, Ramos, Marcelo; Modric, Casemiro (Kroos, min.19), James (Isco, min.62); Lucas Vázquez, Marco Asensio y Benzema (Morata, min.71).

Goles: 0-1, min.45: James; 0-2, min.70: Benzema.

Árbitro: Hernández Hernández (colegio canario). Amonestó a Sergio Ramos (min.3), Baptistao (min.20), Óscar Duarte (min.43), Diop (min.54), Javi López (min.63) y a Carvajal (min.84).

Incidencias: partido correspondiente a la cuarta jornada de la Liga Santander disputado en el estadio de Cornellà-El Prat ante 30.153 espectadores.