Real Madrid

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Goles desde Parla

Del sur de Madrid a la élite vía Alemania. El canterano, que sólo había jugado quince minutos este curso, respondió en Anoeta.

El canterano blanco, en el entrenamiento de ayer en Valdebebas
El canterano blanco, en el entrenamiento de ayer en Valdebebaslarazon

Del sur de Madrid a la élite vía Alemania. El canterano, que sólo había jugado quince minutos este curso, respondió en Anoeta.

Más o menos, 35 kilómetros separan el Santiago Bernabéu de Parla. Sólo 40 minutos en tren de cercanías, pero un abismo para los chicos que dan patadas a un balón en el barrio soñando con hacerlo en el Real Madrid. Un camino imposible para la mayoría y muy largo para unos pocos elegidos, que Borja Mayoral comenzó en la urbanización Fuentebella y, de momento, ha llegado hasta su primer gol oficial el pasado domingo en Anoeta. Un trayecto que le obligó a pasar por Wolfsburgo la temporada pasada, que él mismo reconoce que no fue ni la mitad de buena de lo que se esperaba. Por eso, porque únicamente anotó dos goles en 19 encuentros en la Bundesliga, agradece especialmente la confianza de Zinedine Zidane, que no dudó en llevárselo a la pretemporada y en mantenerlo en la plantilla como el «9» suplente. No llegó ningún delantero en el mercado de verano para ocupar el hueco de Morata y Mariano, mucha responsabilidad para el chico, que ya empieza a reivindicarse. Sólo tiene 20 años, pero las exigencias en el primer equipo son altas, y más, con Benzema lesionado y Cristiano Ronaldo sancionado.

Éste era el panorama para el Real Madrid en San Sebastián y Zidane no lo dudó: Mayoral sería titular en un día decisivo después de los dos empates en casa. Era sólo su octavo partido en LaLiga Santander, en la que debutó en octubre de 2015 con Rafa Benítez como técnico, que curiosamente comenzó su carrera futbolística en el mismo lugar que Borja, el estadio de Los Prados de la Agrupación Deportiva Parla. Esa misma temporada jugó otros cinco partidos y, en el tercero de ellos, ante el Levante, estuvo muy cerca de marcar su primer gol oficial con la camiseta blanca. Su remate se estrelló en el palo y rebotó en el portero antes de entrar en la portería. «Ojalá me lo dé a mí, se lo voy a pedir al árbitro, le diré que es mi primer gol con el Madrid», decía Borja aquel día. No está claro si lo hizo, pero el colegiado se lo apuntó a Mariño y el delantero tuvo que seguir esperando este momento hasta el pasado domingo.

En una noche de máxima presión, con la Real Sociedad en racha y el Madrid necesitado y con bajas, Borja abrió el marcador con un gol de delantero centro, metiendo la punta de la bota después de un rechace y confirmando que tiene olfato dentro del área. Fuera de ella tampoco se siente extraño, algo que demostró en la jugada del segundo tanto, en la que primero ganó la disputa a Diego Llorente, con el que compartió alineaciones en el Castilla, y después condujo la pelota, hizo un regate y centró al punto de penalti. Una jugada individual que prueba que no sólo es un «9» y también puede asociarse lejos de la portería. Su descaro lanzó al Real Madrid y devolvió la confianza que Zidane había puesto en él. Sólo había jugado seis minutos frente al Valencia y ocho ante el Apoel en Champions, pero con Zizou todos cuentan y son importantes en algún momento. El de Borja llegó en Anoeta y su buena actuación seguramente le traerá más oportunidades. Él sabe que comparte vestuario con Benzema, Cristiano y Bale, y acepta su papel. Mañana ante el Betis, el portugués volverá al once titular, así que le podría tocar incluso regresar a la grada.

Una situación por la que el curso anterior pasaron Morata, Mariano (otro compañero de Borja en el Castilla), Lucas y Nacho. «Cada oportunidad es un tesoro», confirma Mayoral, al que ayer alabó Carvajal en el acto de renovación de su contrato: «Los dos somos del sur de Madrid y tuvimos que pasar por Alemania. Es un jugadorazo».