Roland Garros: Entre el décimo o el primero

La falta de presión para Nadal en París contrasta con la obligación autoimpuesta por Djokovic

Si a Nadal le hubiesen planteado hace meses que podría llegar a París como campeón en Montecarlo y Barcelona, semifinalista en Madrid, cuartofinalista en Roma y con las mejores sensaciones sobre tierra batida en mucho tiempo, hubiera preguntado dónde firmar. Su gesto torcido en las salas de prensa contrasta con el disfrute que vuelve a experimentar sobre las pistas. Rafa vuelve a ser feliz jugando al tenis. «Mi objetivo es hacer las cosas bien y llegar bien preparado a la competición. Es especial para mí, pero lo importante es que disfruto del tenis, disfruto cuando juego y me siento competitivo contra todos. Esto es lo que me hace feliz», confesaba a IB3 Televisión antes de partir hacia París.

Su optimismo no esconde que en sus apuestas Djokovic ocupa la «pole». «Es el número uno, llega con números imparables y ha estado a punto de ganar en París, así que es el máximo favorito», asegura. El nueve veces campeón en las últimas once ediciones es moderadamente optimista y eso ya es mucho viniendo de donde viene: «He hecho una muy buena gira de tierra y esto siempre ayuda a dar tranquilidad. Me siento bien porque he jugado bien en todos los partidos de la gira salvo alguno en Madrid. Cuando uno consigue una regularidad, tiene más tranquilidad y seguridad, pero eso no garantiza el éxito».

La impresión en Francia es que Rafa está en su derecho de pelear por un décimo título. Mats Wilander, ex jugador y analista, le sitúa como candidato: «Todos saben que Nadal está jugando bien otra vez y yo a cinco sets en Roland Garros no querría ser su rival. Estoy convencido de que va a tener una nueva oportunidad de ganar un ‘‘Grand Slam’’, aunque Djokovic sigue siendo un poco mejor».

La obsesión de «Nole»

El serbio tiene dos objetivos en 2016: Roland Garros y el oro olímpico. En París busca el «Grand Slam» un año después de rozarlo y estrellarse en su tercera final. Boris Becker, su técnico-consejero, ha confesado a «The New York Times» lo que hizo para superar aquel trauma: «Decidimos entrenar con Wawrinka la segunda semana en Londres y aquello le limpió». «Nole» está cerca de cumplir 200 semanas seguidas como número uno y al borde de los 100 millones de dólares de ganancias. Son números de favorito. «Atravieso uno de los mejores años de mi carrera gracias a los resultados y tengo la sensación particular de ser el favorito. La presión forma parte de esto. Con el tiempo he aprendido a vivir con ella y creo que es un privilegio que recompensa el trabajo efectuado», ha confesado Djokovic a «Le Figaro». Para «Nole», el aplauso de la central después de caer ante Stan fue uno de los «momentos más intensos y particulares» de su carrera. «Nunca lo olvidaré», admite. El domingo 5 busca levantar su primera Copa de Mosqueteros.

Murray, otro «terrícola»

Sin Mauresmo, pero adaptado a la tierra batida. Andy Murray llega a París aspirando a lo máximo. Su ex entrenador, Miles Maclagan, ha sido tajante: «Probablemente está en la mejor posición que ha estado nunca para ganar Roland Garros. Su primera victoria sobre Djokovic en tierra batida ha reforzado su confianza y el resto de jugadores ya lo ven como una amenaza y eso cuenta mucho», concluye. El escocés ha ido a más. En Montecarlo alcanzó las semifinales, donde le frenó Nadal; en Madrid se vengó de Rafa en idéntica ronda y en Roma se llevó el torneo ante el serbio. Murray busca su primer título en París y en su cabeza está pelear por el número uno en 2017. No hay un jugador en la historia con un palmarés como el suyo que no haya sido número uno: más de 30 títulos, dos «Grandes», oro olímpico, campeón de la Davis.... Tampoco nadie lo ha sido con 29 años.

La incógnita Wawrinka

El campeón es el único «top 10» que ha jugado la semana previa. Ha ganado el título en Ginebra, pero su temporada en tierra ha sido decepcionante. Arrollado por Nadal en Montecarlo; cayó en su estreno en la Caja Mágica ante Kyrgios y se despidió del Foro Itálico en octavos... Pero fue el único jugador que derrotó el año pasado en un partido de máxima exigencia a Djokovic. Si se centra, físicamente llega en condiciones y supera la primera semana...