Berenberg pone a España de ejemplo de cómo salir de una crisis económica

El banco alemán de inversiones descarta la llegada al poder de los antisistema si Rajoy no logra alcanzar la mayoría del Parlamento

España ha vuelto a servir de ejemplo de cómo se deben hacer las cosas tras una crisis económica. Berenberg, un banco de inversión alemán, ha destacado el papel de la economía española en el conjunto de la eurozona. «Tres de los países que han tenido que recurrir a las ayudas externas (Chipre, España e Irlanda) son hoy las economías de más rápido crecimiento en la eurozona». En un informe hecho público ayer, Berenberg asegura de estas economías que «se han reformado a sí mismas de tal manera que son un imán para atraer de nuevo a la inversión extranjera».

Según los datos publicados por Eurostat el pasado día 12, la economía española es de entre las grandes, la que más crecimiento interanual presenta. En el segundo trimestre, según la Agencia Europea de Estadística, el PIB creció un 3,2%, el doble de la tasa de la eurozona o de Alemania (1,7%, Sólo Rumanía (5,9%) y Eslovaquia (3,7%) crecieron a tasas más elevadas. España recibió en 2012 un apoyo financiero de 41.000 millones de euros para sanear el sector financiero, muy tocado por la crisis de deuda soberana. Entre abril y junio, la economía española ha crecido un 0,7% más que en el primer trimestre del año, un porcentaje sólo superado por Hungría, Polonia, Rumanía y Eslovaquia.

Berenberg habla del ejemplo español: «con determinadas reformas y un esfuerzo suficiente para estabilizar su sistema bancario España dio la vuelta a su situación a mediados de 2013». Y es que el PIB ha cumplido ya doce trimestres consecutivos creciendo, desde el verano de 2013.

Las elecciones

Pero lo que es más importante para España es el futuro. Para el banco de inversión alemán, ni siquiera las incertidumbres sobre la formación de Gobierno después de dos elecciones generales serán un obstáculo para que la economía siga su camino de estabilidad. Incluso si el pacto de investidura firmado entre el Partido Popular y Ciudadanos no logra el apoyo del Parlamento para que Mariano Rajoy sea elegido presidente del Gobierno la información que maneja Berenberg es que unas hipotéticas terceras elecciones no llevarían al poder a los antisistemas.

Ahí es donde el banco marca la diferencia en la forma de actuar de los países y su situación actual. El problema más palpable es el de Grecia. Berenberg califica de «accidente político» el ascenso al poder de Syriza, «abortando la fase de expansión de la economía que se había iniciado en 2014.» La llegada de Alexis Tsipras provocó una fuga masiva de capitales y empujó a Grecia a una nueva recesión, que terminó en el tercer rescate de su economía. En abril de 2010, la UE aprobó una primera inyección de 110.000 millones de euros para salvar al país de la quiebra. Apenas un año después fue necesario un segundo rescate por importe de 130.000 millones. Ninguno de los dos ha sido suficiente. En 2015, la UE y el Gobierno de Tsipras acordaron una tercera inyección de capital pero con unas condiciones muy exigentes en cuanto al control de gastos y la recaudación impositiva.

El segundo mal ejemplo que pone sobre el papel Berenberg es Portugal. De él dice que está pagando el precio de la reversión de las reformas realizadas que le permitieron salir del programa de ajuste en 2014. Para el banco de inversión, todo ha ido a peor desde mediados del pasado año y no sólo porque el desplome de los precios del petróleo haya afectado a Angola, el cuarto destino por importancia de las exportaciones portuguesas. «Gran parte del problema de Portugal está en casa», dice Berenberg. Las reformas del salario mínimo o del número de días festivos «son una forma de disuadir a los inversores, en lugar de promoverla.