Finanzas

Haga de banco y saque partido a su dinero

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Al calor de la financiación alternativa, han surgido plataformas de «P2P lending», que permiten poner en contacto a particulares y empresas que necesitan dinero con inversores no profesionales.

No se puede negar que el crédito bancario comienza a fluir entre particulares y empresas. Según los datos provisionales publicados por el Banco de España, el crédito nuevo concedido por las entidades financieras a estos colectivos sumó en agosto 29.713 millones de euros, lo que supone un avance del 26 % en tasa interanual, y el séptimo mes consecutivo de crecimiento. No obstante, pese a la mejoría de los datos, lo cierto es que aún muchos ciudadanos y compañías, especialmente pymes, todavía no pueden obtener los recursos que necesitan de la banca. En los últimos años, como alternativa a la financiación bancaria, muy restringida en el periodo de crisis, han surgido numerosos agentes que ponen su dinero a disposición tanto de particulares como de empresas. Al calor de esta nueva financiación privada, han nacido modalidades de préstamos, como los «P2P lending», también conocido como «marketplace lending» o «crowdlending», cuya principal característica es que que permiten que inversores, profesionales o no profesionales, puedan invertir directamente en créditos a pequeñas empresas o particulares. De esta forma, varios prestamistas, con sus «microcréditos», se convierten en acreedores de un préstamo, y reciben sus rendimientos en función de la cantidad aportada.

Se trata de una manera novedosa de obtener dinero sin tener que pasar por un banco, pero también de invertir. Las personas que necesitan dinero pueden conseguir préstamos con un tipo de interés razonable, y los inversores pueden obtener una rentabilidad por encima de la media, que ofrecen, por ejemplo, depósitos o cuentas de ahorro,y que, por norma general, se sitúa en una horquilla comprendida entre el 5% y 15%, dependiendo del riesgo que se asuma. En definitiva, todos salen ganando. Para poner en contacto a estas personas, físicas o jurídicas, han surgido plataformas cuyos administradores se encargan de evaluar el riesgo de cada solicitud de préstamo, a cambio de una comisión. Además, otra de las ventajas es que, en caso de impago, es posible gestionar de forma amistosa y flexible la devolución del dinero con el acreedor antes de entrar en un proceso judicial.

Comunitae.com gestiona préstamos tanto para particulares como para empresas. Su fundador y director general, Arturo Cervera, explica que es la propia plataforma la que se encarga de montar cada operación y administrar los vencimientos según el porcentaje de participación de cada inversor en una operación en particular. Para obtener un crédito, prosigue Cervera, «los prestatarios deben cumplir los criterios de solvencia que se establezcan según el tipo de préstamo que soliciten. Por su parte, los inversores tienen que identificarse y determinar su perfil de inversor en función de su cultura financiera y patrimonio». En cuanto a las garantías y el riesgo, Comunitae.com analiza la información aportada por los clientes y que da cuenta de su capacidad de pago, realizando las comprobaciones pertinentes en los ficheros de morosidad e impagos que, en el caso de los préstamos a particulares, es una garantía personal. Si se trata de una pyme, ésta cede los derechos de cobros de un pagaré, además de la propia garantía personal de la compañía.

MytripleA es otra de estas plataformas de «crowdlending», aunque en su caso está especializada en empresas. Selecciona a pymes con necesidades de liquidez y, a través de su web, los inversores pueden actuar como acreedores desde 50 euros. A partir de ahí, surge un periodo de 21 días para completar el préstamo en su totalidad a través de los recursos procedentes de cada uno de los inversores particulares. MytripleA cuenta con dos tipos de productos: uno, garantizado en su totalidad, cuya rentabilidad se sitúa en cerca del 3%; y otro, cuyo riesgo es del 100%, en el que se puede obtener un rendimiento medio del 8%. «Como es lógico, a mayor riego, mayor rentabilidad. Por eso, nosotros recomendamos a nuestros clientes que traten de diversificar al máximo su inversión, de manera que puedan compensar un crédito fallido con las plusvalías obtenidas en otros», señala, Jorge Antón, CEO de MytripleA. Antón destaca la buena aceptación que este tipo de plataformas está teniendo en España. En concreto, desde que MytripleA vio la luz el pasado mes de abril, ya ha conseguido superar el millón de euros financiados, algo que evidencia cómo está siendo la evolución de este negocio en nuestro país.

Dentro de esta modalidad de financiación también hay cabida para las vueltas de tuerca. Es el caso de TuCréditoParticular.com, que cuenta con la peculiaridad de que la garantía que debe proporcionar el prestatario es un bien inmueble, cuyo valor, por lo general, debe ser tres veces superior a la cantidad prestada, que puede llegar hasta los 100.000 euros. También, a diferencia de las plataformas de «Crowdlending», hay un único acreedor del préstamo.

«Anteriormente, los préstamos privados estaban muy mal vistos porque lo que se buscaba era que el cliente no pagara para poder quedarse con la propiedad que se aportaba como garantía. Hoy, gracias a la regulación y a la filosofía de empresa como la nuestra ya no es así. Nuestro objetivo es facilitar el pago a los clientes con financiación de hasta 15 años y cuotas mensuales bajas, incluso en carencia. En CreditoParticular. com jamás un cliente inversor se ha quedado o adjudicado una propiedad por falta de pago», asegura Álex Melero,

En cuanto a los plazos, Melero indica que estos agentes son más rápidos y ágiles que los bancos y que pueden dar financiación cuando una entidad no la da. «En contrapartida, la financiación privada es más cara, con unos intereses que oscilan entre un 12% y un 15%, dependiendo de los ingresos y la calidad de la garantía. En función de ello, y de un estudio de la capacidad de devolución, que tiene en cuenta la situación actual de la persona de solicita el crédito –independientemente de estar incluido en un fichero de morosidad como ASNEF o RAE– se cuantifica el riesgo y, por tanto, la rentabilidad que puede obtener el inversor».