Bolsa

La libra regresa a 1985

La mayor caída en siete años del sector de la construcción en el Reino Unido durante el mes de junio ha contribuido a aumentar el temor a los efectos negativos del "brexit"

La libra esterlina con la cara de la reina Isabel II
La libra esterlina con la cara de la reina Isabel IIlarazon

La libra esterlina descendió hoy a su nivel más bajo en 31 años al situarse por debajo de 1,30 dólares debido a la incertidumbre por el "brexit", la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE).

La libra esterlina descendió hoy a su nivel más bajo en 31 años al situarse por debajo de 1,30 dólares debido a la incertidumbre por el "brexit", la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE).

La moneda británica cayó a 1,286 dólares en los mercados asiáticos, mientras que en Londres cotizaba esta mañana a 1,290 dólares, un descenso del 0,87 % frente a la jornada anterior.

Ante la moneda europea, la libra perdía hoy el 0,77 % hasta 1,167 euros, su nivel bajo desde 2013.

La caída siguió a la decisión de las firmas de gestión de fondos Aviva y Standard Life de suspender la cotización en sus fondos de propiedad inmobiliaria para frenar la retirada de capitales a raíz del triunfo del "brexit"en el referéndum del 23 de junio.

Según indicaron, el alto nivel de incertidumbre llevó a los inversores a retirar sus capitales.

Y es que la libra esterlina cerro ayer marcando mínimos que no se registraban desde hace 31 años en su cambio con el dólar, en una nueva jornada de vértigo en los mercados de divisas como consecuencia del resultado del referéndum celebrado el pasado 23 de julio favorable a la salida de Reino Unido de la Unión Europea.

El impacto económico de la consulta llevó a la divisa británica a depreciarse un 1,3% más en la jornada de ayer hasta los 1,30 dólares por libra (llegó a estar a 1,2997), su nivel más bajo desde septiembre de 1985.

Desde que los británicos optaron por apoyar la opción de abandonar la UE, su moneda se ha depreciado un 12%, lo que implica que son hoy un 12% más pobres, cumpliendo los peores vaticinios de quienes defendían la opción «Remain», la permanencia en la Unión.

La simple convocatoria de la votación por parte del todavía primer ministro, David Cameron, llevó al progresivo hundimiento de la libra en su cambio con el euro, agudizado tras el revés que ha propiciado su dimisión, a una convulsión social y económica sin precedentes en tiempos de paz y a una crisis política que afecta no sólo a los «tories» sino a los laboristas y a todo el reino por las presiones de los nacionalistas escoceses para celebrar otro plebiscito secesionista que permita a Escocia permanecer en la UE.

Tomando el cambio en conjunto, tanto con el dólar como con el euro y el resto de divisas, la libra esterlina se encuentra en su peor momento en más de tres años. Pocos «brexiters» se atreven ahora, entrada la segunda semana post-referéndum, a entonar el patriótico «Rule Britannia», con el que en la madrugada del pasado 23 de junio celebraban una victoria que los devolvería a los tiempos de gloria imperial.

Las turbulencias en el mayor mercado financiero europeo –la City atesora por ahora el 24% de las operaciones en el Viejo Continente, seguida muy de lejos de Fráncfort, con un 16%– sacudieron además ayer al segundo pilar del crecimiento de la isla: el mercado inmobiliario. Tres fondos de inversión vinculados a este sector, los de las aseguradoras Aviva y Standard Life y el de la gestora M&G Investments suspendieron su negociación, bloqueando la retirada de capital ante la avalancha de solicitudes de reembolso.

El pánico se acrecentó tras reconocer ayer el Banco de Inglaterra que el Brexit multiplica la ya de por sí excesiva dependencia de la economía británica al sector inmobiliario. En un informe de su Comité de Política Financiera, la institución teme por la supervivencia de las inversiones del continente y del resto del mundo, que han sembrado el sur de Londres de torres acristaladas, en muchos casos aún por acabar o por ocupar plenamente.

Por ahora, todas las firmas dedicadas al sector del «ladrillo» o fuertemente vinculadas a él sufren severas pérdidas en los mercados, con caídas que llegan a alcanzar el 20% tras el referéndum. El documento también constata que algunos vaticinios realizados por Cameron y su ministro de Finanzas, George Osborne, si vencía el «out» están «cristalizando» apenas unos días después de la consulta.

Por mucho que los dimitidos «brexiters» Boris Johnson y Nigel Farage calificaron de «mentiras apocalípticas» las advertencias sobre el daño que infligiría el Brexit en la economía británica, el Banco de Inglaterra remarca que la estabilidad financiera del reino es hoy «muy complicada». «Se espera un periodo de incertidumbre y de ajuste tras el resultado del referéndum. Llevará tiempo que Reino Unido establezca una nueva relación con la Unión Europea y el resto del mundo», lo que implica «cierta volatilidad en la economía y en los mercados», explica la entidad.

Para contrarrestar esa incertidumbre y los riesgos derivados, como el incremento del déficit de cuenta corriente –que equivale al récord del 6,9% del PIB– o el aumento de la carga de deuda de los hogares, que serán más vulnerables al desempleo y a la subida del coste de los préstamos, el Banco de Inglaterra anunció una batería de medidas para facilitar que los bancos británicos sigan prestando dinero. El gobernador de la institución, Mark Carney, indicó que se relajarán las exigencias de capital de reserva a los bancos de Reino Unido para que puedan prestar hasta 150.000 millones de libras (177.000 millones de euros) más a los hogares y a los negocios.

El emisor británico acordó reducir con «efecto inmediato» del 0,5% al 0% la ratio de capital de reserva contracíclico exigida a los bancos, lo que liberará 5.700 millones de libras (o 6.700 millones de euros) y permitirá aumentar la capacidad de préstamo hasta en 150.000 millones de libras. La medida, que estará vigente hasta junio de 2017, beneficiará a tres cuartas partes de los bancos, responsables de un 90% del crédito.

Aunque en el mismo informe, y el Banco de Inglaterra subraya la «resistencia» que está mostrando el sector bancario pese a la caída de la libra y a la depreciación de sus títulos en un 20%, ya ha anunciado que pondrá a disposición del sector bancario 250.000 millones de libras (295.000 millones de euros) de capital adicional para facilitar su financiación.