
Vaticano
Así será la tumba del Papa Francisco: mármol de Liguria (la tierra de sus abuelos)
El Santo Padre eligió para su tumba un mármol originario de la tierra de sus abuelos. Un gesto íntimo, profundamente simbólico, que ha emocionado a toda una región

Mientras el mundo entero rinde homenaje al Papa Francisco en sus exequias, un detalle silencioso y cargado de simbolismo ha tocado el corazón de la comunidad de Cogorno, un pequeño pueblo italiano en la región de Liguria. Allí, en las alturas de Lavagna, entre acantilados y mar, nace la piedra elegida para custodiar los restos del primer Papa latinoamericano.
Mármol de Liguria: un retorno a las raíces
El anuncio fue realizado por el cardenal Rolandas Makrickas, arcipreste coadjutor de la basílica de Santa María la Mayor, y dejó una estela de emoción: la tumba del Papa Francisco se ha realizado con mármol de Liguria, la tierra natal de sus abuelos maternos. Una elección sencilla, pero cargada de sentido.
La tumba, con la única inscripción "Franciscus" y su cruz pectoral, está ubicada entre la Capilla Paulina y la Capilla Sforza, en una nave lateral de la basílica liberiana. No hay ostentación. Sólo piedra, historia y una profunda conexión familiar.
Una piedra humilde, resistente... y cálida
El material, conocido como pizarra de Lavagna, es oscuro como la tinta antigua, resistente como la voluntad y moldeable bajo manos expertas. Así lo describen quienes la extraen: los “spacchini”, artesanos de la piedra.
Franca Garbarino, presidenta del Distrito de la Pizarra de Liguria, lo expresa con sencillez: “No es una piedra noble, pero es la piedra del pueblo. Humilde, esencial, cercana. Como el Papa Francisco”. Y añade: “Devuelve el calor, como una caricia. No impone, acompaña. Y combina con todo, como él, que supo dialogar con todos”.
De Cogorno a Roma: un vínculo revelado
El pequeño pueblo de Cogorno, con poco más de cinco mil habitantes, ha sentido esta noticia como un regalo inesperado. Allí nació Vincenzo Sivori, el bisabuelo del Papa, antes de emigrar a Buenos Aires, donde años más tarde nacería Jorge Mario Bergoglio.

Angela Sivori, prima lejana del Pontífice, vive aún en Cogorno. Su hija, Cristina Cogorno, recuerda entre lágrimas: “Nos hizo un gran regalo. Dijo que quería descansar en la piedra de sus abuelos. Es algo precioso. Una última sorpresa”.
Encuentros discretos, recuerdos imborrables
El Papa nunca alardeó de sus raíces ligures. Las pocas visitas registradas durante su vida pública lo vinculaban más con el Piamonte. Sin embargo, dos momentos sellaron el lazo con su linaje.
El primero fue en 2015, cuando una delegación de Sestri Levante, con autoridades locales, le entregó un bajorrelieve de pizarra. El segundo, en 2017, cuando en Génova, saludó emocionado a siete miembros de la familia Sivori: “¡Por fin conozco a los Sivori!”, exclamó entre sonrisas.
Una tumba que cuenta una historia
En la Iglesia parroquial de San Lorenzo, patrón de Cogorno, hay una placa de pizarra dedicada a Vincenzo Sivori. Ahora, esa misma piedra marcará el lugar de descanso eterno de su bisnieto.
El Distrito de la Pizarra de Liguria ya ha ofrecido su colaboración para crear las losas funerarias o certificar su autenticidad. Una muestra de respeto a un Papa que supo andar con humildad entre los grandes de la Tierra.
Con esta elección, el Papa Francisco no solo ha dejado un testamento de fe, sino también uno de identidad y humildad. Ha querido cerrar su camino en la Tierra con la misma sobriedad con la que vivió su pontificado: sin estridencias, en piedra del pueblo, entre las raíces que lo vieron partir hacia el mundo.
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