Finanzas

La nueva era del sector financiero

La nueva era del sector financiero
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La tecnología ha revolucionado el negocio de los bancos. Los expertos aseguran que las «start-ups fintech» debilitarán a las entidades tradicionales.

No se trata de maquillaje, más bien de cirugía estética. Lejos de lograr simples mejoras de apariencia, la tecnología ha revolucionado el sector financiero. Se ha convertido en un bisturí, y lo ha cambiado por completo. Dada la enorme cantidad de datos que deben procesar a diario, los bancos siempre han estado obligados a estar al tanto de las últimas novedades tecnológicas. Pero el problema es que las han usado para mejorar su productividad interna y sus márgenes, y no tanto en beneficio de los usuarios. «La ‘‘fintech’’ en sí no es un fenómeno. Lo que lo ha convertido en fenómeno son los primeros casos de éxito surgidos de esta unión. Me refiero a las empresas que, haciendo uso de los avances tecnológicos, han conseguido competir con los bancos», afirma Philippe Gelis, CEO de Kantox.

El uso inteligente de la tecnología permite ofrecer todos los servicios bancarios tradicionales de forma disruptiva, centrando el negocio en las necesidades del cliente. Gelis sostiene que «fintech» no es sólo tecnología. «Es una manera distinta de gestionar las finanzas. La gran revolución radica en el empoderamiento del usuario».

Las nuevas tecnologías han cambiado totalmente la manera de hacer banca, han generado un nuevo modelo de relación con el cliente y han facilitado experiencias a los usuarios que permiten a las entidades convertirlos en «fans», a imagen y semejanza de los gigantes tecnológicos. Antonio Herráiz, director del Programa Directivo de Innovación y Tecnología Financiera del Instituto de Estudios Bursátiles (IEB), asegura que las nuevas startups fintech y los bancos digitales acabarán con los tradicionales. Puro darwinismo. «En cinco años los bancos tradicionales que no hayan sabido transformarse digitalmente desaparecerán. España es uno de los países donde se espera un mayor crecimiento de ‘‘fintech’’ en los próximos dos años», apostilla.

Las empresas «fintech» operan en un mundo interconectado. Saben que su mayor valor radica en su reputación y adaptan sus productos a lo que el público realmente necesita. Gelis opina que los bancos, por su parte, continúan anclados en estrategias propias de un sector oligopolístico, con tecnología y servicios obsoletos. «Si en el siglo XXI cuesta varios días, y no segundos, hacer un pago al otro lado del mundo es porque los bancos no han querido invertir en los sistemas adecuados. Preferían maximizar sus márgenes y valor en bolsa», denuncia.

La irrupción de los nuevos competidores, según Goldman Sachs, podría lastrar en el próximo lustro un 7% el beneficio anual de la banca. Herráiz remarca que las grandes entidades financieras tradicionales tienen que transformar sus plataformas tecnológicas para poder competir en el nuevo panorama digital, en el que no sólo compiten con bancos, sino que están presentes «players» tecnológicos como Paypal, Google o Apple. «La banca digital no es el futuro, sino el principio del presente».

David contra Goliat

Luchar contra una banca mastodóntica, «que utiliza todos los medios a su alcance para hacer frente a un modelo más ético, al que ven como una amenaza» es, para Gelis, el principal reto. «Atacar un monopolio-oligopolio es complejo, pero las oportunidades son gigantescas. Es la historia de David contra Goliat... y sabemos cómo acabó», señala el CEO de Kantox.

El sector «fintech» español se encuentra en una fase incipiente, si lo comparamos con el de países como Reino Unido, Estados Unidos o incluso Hong Kong y Singapur. Si bien ha comenzado su andadura en nuestro país a una velocidad algo inferior, Gelis confía en que, debido a que «la banca española es de las más abusivas de Europa en cuanto a comisiones ocultas y comportamientos poco éticos», experimentará un crecimiento sostenido durante los próximos años. Asimismo, recuerda que las «fintech» no pretenden liquidar a los bancos tradicionales, sino que buscan acabar con la opacidad, la avaricia y la deshonestidad del sector financiero. El CEO de Kantox vaticina que en el futuro convivirá un mix de empresas «fintech» y de entidades bancarias que hayan sabido adaptarse. «Los bancos más débiles desaparecerán o serán absorbidos. Será una ‘‘co-petición’’».

La banca ha disfrutado de una situación de oligopolio que, según Gelis, ya no existe en ningún sector. Y ese privilegio explica que, apenas, se hayan desarrollado en las dos últimas décadas. «No han tenido la necesidad de hacerlo por falta de competidores. Se trata de entidades del pasado con prácticas desactualizadas». Sin embargo, Herráiz apunta que la inversión en tecnología de las entidades financieras españolas es de las mayores de Europa, y que resulta una de las pocas partidas que ha crecido en época de crisis. «Estamos a la vanguardia de Europa y, en ciertos casos, incluso del mundo. Algunas de las entidades financieras españolas son de las más innovadoras en el uso de las nuevas tecnologías», agrega.

Quizás la reestructuración bancaria no ha impulsado el desarrollo del «fintech» en España de forma directa, pero los expertos admiten que determinados profesionales que perdieron su trabajo han visto en este sector una sugestiva oportunidad. El director del Programa Directivo de Innovación y Tecnología Financiera del IEB asevera que el fintech constituye una buena salida, aunque matiza que para el irrefutable proceso de reciclaje es imprescindible proporcionar las competencias y conocimientos necesarios para trabajar en el nuevo entorno. «La formación digital es una de las piezas fundamentales para la transformación del sector financiero y el desarrollo de ‘‘fintech’’».

Mayor rapidez y transparencia

Este fenómeno ha eclosionado en los dos últimos años. José Luis Zimmermann, director general de la Asociación Española de la Economía Digital (adigital), destaca que, por lo general, son compañías más ágiles y verticales, lo que les permite ofrecer los servicios de forma más rápida, transparente y sencilla. Sostiene que una de las claves principales para su desarrollo es la regulación y lamenta que no esté preparada para recibir una miríada de nuevos modelos que plantean el negocio financiero desde nuevas ópticas. Si bien países como Reino Unido o Estados Unidos están apostando fuertemente por la industria «fintech» y lideran su desarrollo, Zimmermann piensa que sería deseable que desde España adoptáramos medidas similares, porque «es muy probable que el futuro de los servicios financieros se parezca más a cómo se proveen desde estos nuevos modelos que a los modelos de negocio establecidos».