Política

El tiempo de los héroes civiles

Apuestan por despertar a la sociedad silenciosa y ganar al miedo

El tiempo de los héroes civiles
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Decidieron un día rebelarse ante el miedo, la injusticia, la imposición o los totalitarismos en representación de aquellos que no tienen voz o que la han acallado.

Decidieron un día rebelarse ante el miedo, la injusticia, la imposición o los totalitarismos en representación de aquellos que no tienen voz o que la han acallado. La Fundación Villacisneros y la Fundación Valores y Sociedad reúne este lunes en Madrid en una mesa redonda sobre «El fortalecimiento del coraje cívico en la defensa de España» a Mariano Gomá, Presidente de Sociedad Civil Catalana (SCC); Josep Bou, Presidente de Empresarios de Cataluña; Consuelo Ordóñez, Presidenta de Covite; Jorge Campos, Presidente de la Fundación Nacional Círculo Balear, José Antonio Ortega Lara y Dolores Agenjo con el objetivo de concienciar de la gravedad del reto al que nos enfrentamos en el ámbito de la Nación. Moderará el acto Ana Velasco Vidal Abarca.

Consuelo Ordónez aprendió de Cristina Cuesta –hija de Enrique Cuesta asesinado por ETA en 1982– su «activismo». «Me enseñaron a transformar el odio –tras el asesinato de su hermano– en una lucha constructiva contra el terror». Asegura que «el miedo es contagioso» y que «la cobardía ha llevado a la sociedad vasca a mimetizarse con los matones». Advierte de que en el País Vasco «no hay libertad» porque «ETA no mata, pero se les recibe con honores en sus pueblos» cuando salen de la cárcel. A nivel personal, su lucha le ha supuesto el «exilio forzoso», insultos, abrirle la cabeza en una manifestación... «La sociedad vasca es una sociedad muy enferma» y «prefieren no ver, como han hecho siempre». Por ello, Ordóñez cree que la única manera de movilizarla es «no callarse». «Estoy convencida de que me moriré y no habré visto grandes cambios, pero lo que hacemos desde Covite creo que tendrá sus frutos en las próximas generaciones».

Josep Bou, Presidente de la asociación de empresarios catalanes, decidió dar voz a los silentes por temor o prudencia y advertirles de las consecuencias negativas que suponía el desafío nacionalista. «Hubo un tiempo y un lugar en el que los empresarios estaban en “lo que convenga”». Significarse públicamente también le ha supuesto un coste personal que dice que «asume». Destaca que lo que importa es que el Estado «deje de ser residual en Cataluña». Para fortalecer el coraje cívico indica que «el caballo de batalla radica en el Gobierno de la nación, porque es la fuerza de la ley. Desde Madrid tienen que apoyarnos a los que somos mayoría en Cataluña».

Por su parte, Dolores Agenjo, directora del centro público Pedraforca de Hospitalet de Llobregat, se negó a dar las llaves del instituto para convertirlo en sede de un referéndum ilegal. Indica que «siempre he estado en contra del nacionalismo» y el 9-N vi que «querían utilizarme». Desde que se significó ha recibido cartas de apoyo, pero también insultos y amenazas como «ojalá te mueras como Rita Barberá» o «ojalá te de un cáncer» que le llegaron directamente a su móvil. Critica que a los que realmente luchan por la libertad de expresión en Cataluña se les tache ahora de «fascistas», aunque cree que «estamos mejor que nunca porque ahora la gente está empezando a atreverse a hablar». Afirma que la sociedad civil en Cataluña está fragmentada y por ello tienen que «hablar entre sí» y no tener miedo, pero advierte que «eso no significa sacrificar los derechos de una parte ni los derechos lingüísticos» y pide al Gobierno que ante eso, no ceda.

Mariano Gomá se considera «catalán y español y todo lo que sea dividir un país con un potencial enorme me parece estúpido». El presidente de SCC destaca que existe represión para los «disidentes» de las imposiciones nacionalistas y espera que haya un despertar en Cataluña de todas esas personas que ahora están calladas. «La gente no llega a creer que se puede producir la ruptura y cree que todo es un tira y afloja por un corredor mediterráneo, unas infraestructuras... Pero se equivocan».

Consuelo Ordóñez

El azote de la banda terrorista

Hermana de Gregorio Ordóñez, asesinado en 1995, no ha dejado de plantar cara a los etarras en la calle o en la justicia. «Siempre creí que mi hermano Goyo estaba transformando la sociedad vasca. Si le hubieran dejado, la historia se habría escrito de otra manera».

Josep Bou

El empresario que alertó de los silentes

Empresario dedicado al mundo del pan. Rompió el silencio empresarial para advertir de la deriva independentista y de sus consecuencias. Asumió la presidencia de la asociación de empresarios para darles voz. Por ello ha sufrido sanciones, insultos, le destrozaron la valla de su casa y le pusieron excrementos en su puerta.

Dolores Agenjo

La directora que se sublevó ante el 9-N

Se negó a ceder a las presiones de la Generalitat para dar las llaves del centro para que se celebrara el referéndum ilegal. «Me di cuenta de que ese día nos querían utilizar». Recibe muestras de apoyo de compañeros que no pueden decir lo que piensan porque «se juegan su puesto de trabajo»

Mario Gomá

La voz de la Sociedad Civil Catalana

Arquitecto, dice que desde que asumió la presidencia de Sociedad Civil Catalana «estoy construyendo mi país». Por alzar la voz contra el independentismo algunos sectores creen que se ha «cargado» todo su prestigio. Asegura que «todos los balcones que no tienen la bandera estelada son de los nuestros».

«todos los balcones de Barcelona que no tienen la bandera estelada son de los nuestros, estén afiliados o no».