Elecciones generales

El voto moderado vuelve al PSOE tras la alianza de Iglesias y los comunistas

El trasvase de votos (II) Podemos. Unidos Podemos suma 454.000 votos menos de lo que Podemos e IU lograron por separado

Bescansa, Iglesias, Errejón y Montero durante la presentación del logotipo de campaña de Unidos Podemos.
Bescansa, Iglesias, Errejón y Montero durante la presentación del logotipo de campaña de Unidos Podemos.larazon

Unidos Podemos suma 454.000 votos menos de lo que Podemos e IU lograron por separado

En un punto hace agua la estrategia de comunicación de Podemos consistente presentar las próximas elecciones del 26 de junio como la «segunda vuelta» de las celebradas el pasado mes de diciembre: la caolición entre Podemos e Izquierda Unida transformará a buen seguro el comportamiento de todo el electorado de izquierda.

La coalición electoral de Podemos y sus confluencias con Izquierda Unida aspiraba a mantener los 6,139 millones de votantes, pero el «tracking» de intención de voto del 30 de mayo encargado por LA RAZÓN a NC Report apunta con claridad a la confirmación de una hipótesis sobre la que el director de campaña de Podemos, Íñigo Errejón, había alertado en las semanas anteriores a que cerrara la alianza: cinco más uno pueden no sumar seis. Según el citado estudio de intención de voto el electorado que seguirá dando su confianza a a los partidos que hoy forman Unidos Podemos sería de 5.685 millones, es decir sumarían 454.000 votos menos que lo que lograron por separado el 20-D.

Las dos principales vías de agua por las que Unidos Podemos pierte sufragios son son la abstención de 582.000 votantes de Podemos y sus confluencias y de Izquierda Unida y la transferencia al PSOE de otros 201.000 ex votantes de Iglesias o Garzón. Esta última cifra es la que más preocupa a los estrategas de Podemos, señaladamente a secretario de Política y director de campaña Íñigo Errejón. Él ha sido desde el principio el elemento más cercano ideologicamente al PSOE de Podemos y el gran valedor de la transversalidad a la que el partido lleva intentando acercarse desde su meteórica aparición en el panorama poítico español en las elecciones eurpeas de mayo de 2014. La preocupación que hizo que el número dos de Podemos viera con escepticismo la confluencia con Izquierda Unida era precisamente que los votantes más moderados que dieron su confianza a Pablo Iglesias el 20-D se la retirar en junio tras producirse una alianza a nivel nacional con los comunistas de Alberto Garzón. Los votantes que, de cumplirse el sondeo, se comportarán de esta manera son fundamentalmente ex votantes del PSOE en 2008 y/o 2011. La preocupación de Errejón se entiende mejor al recordar que éste es precisamente el tipo de votante mayoritario de Podemos. Por otra parte, el estudio de NC Report también habla de que entre los votantes de Izquierda Unida hay un sector que no aprueba la alianza con Podemos al entender que no son una formación populista y transversal y que no forman parte de la familia tradicional de organizaciones de izquierdas, como sí lo es el PSOE. Si bien es difícil cuantificar esta bolsa de sufragios, lo que en cualquier caso está claro es que la desaparición de reivindicaciones historicas del comunismo español del programa de la coalición –la república como forma de Estado y la salida de España de la OTAN, por poner sólo dos ejemplos– provocará que Unidos Podemos se deje también una cantidad significativa de sufragios en el camino.

Por lo tanto la mayor parte del voto que recibe el PSOE desde los socios de Unidos Podemos, así como la abstención de los de Iglesias y Garzón debe interpretarse como un desacuerdo con el pacto electoral. En cualquier caso no conviene olvidar que el «tracking» del 30 de mayo, el primer que incluye a Unidos Podemos como tal, arrojó un empate técnico en número de escaños entre la lista de la izquierda emergente y el partido que ha sido la referencia progresista en España desde la Transición, el liderado por Pedro Sánchez. El empate técnico, no obstante, se dará en el futuro Hemiciclo, porque en lo que a número de votos se refiere, más que de un adelantamiento o «sorpasso», se puede afirmar que Unidos Podemos desbanca con claridad al PSOE con más de 909.000 votos de diferencia. Este dato, por sí sólo, explica la facilidad con la que Iglesias y Garzón, llegaron a un acuerdo.