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Felipe VI impulsa el AVE a La Meca en su viaje a Arabia

Las reuniones con el rey saudí han servido para consensuar la aprobación definitiva

El Rey, durante una de sus reuniones, ayer, en Riad
El Rey, durante una de sus reuniones, ayer, en Riadlarazon

Felipe VI regresó ayer a Madrid tras presidir en la Cámara de Comercio un foro empresarial con la delegación de ambos países. Las reuniones con el rey saudí han servido para consensuar la aprobación definitiva

Felipe VI regresó ayer a Madrid tras presidir en la Cámara de Comercio un foro empresarial con la delegación de ambos países. Las distintas voces que desde nuestro país polemizan con el impulso de negocio con un país que no protege los derechos humanos parecen estrellarse contra una pecera en la que, dentro, todo son estrechamiento de manos y declaraciones de «fidelidad» empresarial. «Nos sentimos muy honrados por la confianza que Arabia Saudí ha depositado en España», dijo ayer el Rey ante más de una treintena de empresas participantes de ambos países –a pesar de que fuentes diplomáticas hablaran inicialmente de una docena–, entre ellas OHL, Renfe, Adif, Talgo, Acciona, Indra y Navantia. El presidente de esta última, José Manuel Revuelta, tenía el foco mediático sobre él, ya que esta visita pretendía ratificar la firma del contrato de la venta de cinco corbetas al país del Golfo. «La visita de Don Felipe ha sido clave», aseguró a los medios, cauto.

La compañía estatal tiene mucho en juego, habiendo generado en 2016 las mayores pérdidas de su historia. Fuentes de la entidad explican a este periódico uno de los factores que están influyendo en el retraso de la última rúbrica que corre a cuenta o bien del vicepríncipe heredero saudí y ministro de Defensa, o del propio rey Salman: la financiación. Arabia Saudí no quiere costear la venta con fondos propios, sino a través de créditos extranjeros, y para ello están buscando la participación de bancos principalmente europeos.

Arabia, pese a ser el segundo productor oficial después de Rusia de crudo, registra un déficit del 15%, y ha elaborado un plan llamado 2030 para diversificar su economía y reforzar el sector privado. Para España esta iniciativa es de vital importancia porque son ya 4.000 las empresas que trabajan con clientes saudíes en comercio exterior. Los sectores en los que nuestro país más puede aportar son en transporte ferroviario, servicios de ingeniería y consultoría, energías renovables, infraestructuras, moda y diseño, entre otros ámbitos y, sobre todo, como recordó ayer Don Felipe, en materia de «educación y formación profesional y de trabajo».

En la actualidad, España es el tercer socio europeo, detrás de Francia y Reino Unido. Según destacó el Rey, los contratos de compañías españolas hayan superado los 17.000 millones de euros desde 2010. «Estamos convencidos de que a los primeros proyectos ya adjudicados a las empresas españolas en Arabia Saudí les seguirán muchos más», concluyó. Uno de esos proyectos es el AVE Medina-La Meca, del que el recién nombrado ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, se mostró muy satisfecho con la ratificación de la prórroga de catorce meses para terminar el proyecto. «Las reuniones que han mantenido ambos reyes han servido para consensuar la aprobación definitiva por parte de Arabia Saudí del preacuerdo que firmamos».

Permiso para la minifalda de Poncela

El revuelo causado por la vestimenta occidental que la secretaria de Estado de Comercio, María Luisa Poncela, lució el domingo en Riad con motivo del viaje del Rey no fue tanto. Poncela había consultado previamente a las autoridades saudíes, quienes la autorizaron a no llevar la abaya al ser una autoridad miembro del Gobierno español.