Política

El desafío independentista

La independencia ya no es cuestión de sexo y edad

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En los últimos sondeos catalanes, la diferencia entre el sí y el no aumentó de 0,2 puntos a 4,5 a favor de la negativa a la secesión.

La actual mayoría parlamentaria que mantiene con vida al Govern tiene los días contados. Unas elecciones autonómicas en Cataluña hundirían a la antigua Convergència y mermarían el grupo parlamentario de la CUP. La subida de ERC no podría compensar las pérdidas de sus socios de aventuras separatistas. Paralelamente a este fin de ciclo parlamentario caracterizado por mayorías de los proindependencia, la sociedad catalana abandona la idea de la independencia.

En el último sondeo del Centro de Estudios de Opinión, realizado en marzo, ante la pregunta «¿Quiere que Cataluña se convierta en un Estado independiente?», el 48,5% los catalanes respondió con un no, mientras que por el contrario el 44,3% contestó que sí. En el anterior barómetro del CEO, del mes de noviembre de 2016, ante la misma pregunta recogió un 45,1% de respuestas negativas y un 44,9% de respuestas afirmativas. En el transcurso de un cuatrimestre la distancia entre el sí y el no, aumentó de 0,2 puntos a 4,5 puntos a favor del no a la independencia.

Pero si consultamos el barómetro del CEO de julio de 2016, la situación era desfavorable para los contrarios a la independencia: el 47,7% era partidario de la separación, frente a un 42,4% contrario. Los proindependentistas se imponían por 5,3 puntos. Han trascurrido diez meses y la situación ha dado un vuelco. Los partidarios de la unidad de España se imponen a la traición. Los primeros han pasado de representar el 42,4% al 48,5%, mientras que los segundos han bajado del 47,4% al 44,3%. Los que defienden la integridad de España han ganado en este periodo 6,1 puntos y los que pretenden la ruptura de la nación han perdido 3,1 puntos.

En los sondeos del CEO encontramos las respuestas de los diferentes electorados a la misma cuestión. Se aprecia claramente el incremento del no a la independencia entre los votantes de Ciudadanos, PSC y PP, al mismo tiempo se reduce la apuesta por la independencia entre los votantes de Juntos por el Sí y CUP.

En el lapso de tiempo que media entre los dos últimos barómetros, el «no» a la independencia ha crecido 6,5 puntos entre los votantes del PP, que pasa del 90,0% al 96,5%. Entre el electorado del PSC se ha incrementado en 5,9 puntos, pasando del 80,5% al 86,4% y finalmente entre los que votan a Ciudadanos ha aumentado en 4,1 puntos al subir del 92,8% al 96,9%. En este mismo periodo los votantes de los dos partidos independentistas han flaqueado en su afán separatista; entre los electores de CUP éstos se han reducido en 2,5 puntos al bajar del 89,6% al 87,1% y entre los votantes de Juntos por el Sí la caída ha sido de 1,8 puntos, al descender del 92,8% al 96,9% de favorables al sí a la independencia.

Estudiando estos dos últimos sondeos del CEO observamos que se mantiene la tendencia entre las mujeres de rechazar mayoritariamente la independencia, concretamente el 48,6% diría no frente al 42,9% que votaría sí. Mientras que entre los hombres se ha producido un cambio muy importante, pasando el sí de ser mayoritario con el 48,8% en noviembre al actual 45,7%. Mientras que el no masculino ha avanzado desde el 42,7% al actual 48,5%.

Analizando la opinión por segmentos de edad se mantiene el no mayoritario entre los electores de 50 años en adelante, en donde el 51,9% rechaza la independencia frente al 42,7% que la desea. Mientras que la novedad radica en el cambio producido entre los menores de 50, en donde hasta noviembre de 2016 dominaba la secesión por el 49,9% frente al 39,9%. En el barómetro de marzo se alcanza un equilibrio entre ambas posturas: 45,8% síes frente al 45,3% de noes.