Elecciones Generales 2016

Los vetos del 20-D se mantienen

El PP apela a la responsabilidad del PSOE: «En Europa los grandes partidos pactan»

José Enrique Serrano (PSOE), Miguel Gutiérrez (Ciudadanos), Francisco Marhuenda (director de LA RAZÓN), Yolanda Díaz (Unidos Podemos) y Fernando Martínez Maíllo (PP)
José Enrique Serrano (PSOE), Miguel Gutiérrez (Ciudadanos), Francisco Marhuenda (director de LA RAZÓN), Yolanda Díaz (Unidos Podemos) y Fernando Martínez Maíllo (PP)larazon

LA RAZÓN continúa con sus debates sobre los temas más relevantes de la vida política española. El tercero de ellos se centra en los pactos postelectorales, algo que, a tenor de las encuestas, estarán obligados a partir del 27-J. Las líneas rojas estuvieron sobre la mesa: referéndum, lista más votada o el rechazo a Rajoy.

El único punto en el que todos lo partidos coinciden sin reparos es en la intención de evitar la convocatoria de unas terceras elecciones a toda costa. Y, a partir de ahí, con las encuestas en la mano y unos resultados que ya vaticinan que tendrán que sentarse a negociar, comienza la batalla por llegar a La Moncloa. Ni a PP, PSOE, Ciudadanos y Unidos Podemos les gusta hablar de «líneas rojas», dicen que no existen, pero a la hora de ceder, cada uno defiende lo suyo como lo principal para llegar a un acuerdo de gobierno, el que no se consiguió tras el 20-D. De la lista más votada del PP, al Ejecutivo progresista que defiende Podemos, pasando por el rechazo socialista al derecho de autodeterminación o el veto a Mariano Rajoy de Ciudadanos, los representantes de las cuatro principales fuerzas políticas debatieron ayer en LA RAZÓN sobre los pactos –obligados– a partir del 27-J. Fernando Martínez Maíllo (PP), José Enrique Serrano (PSOE), Miguel Gutiérrez (Ciudadanos) y Yolanda Díaz (Unidos Podemos) hablaron sobre lo que les une y lo que los separa de cara a esas negociaciones. Y, entre todos estos actores, el PSOE se situó como el «oscuro objeto de deseo»: si el pronóstico de los sondeos se cumple, Ciudadanos dejará de ser determinante en las negociaciones ante la pérdida de escaños, por lo que la pelota está sobre el tejado del PSOE ante dos frentes: la gran coalición defendida por el PP desde el 20-D, o apoyar un eje de izquierdas con Unidos Podemos subiendo cada vez más escalones en intención de voto. El vicesecretario de organización del PP, Fernando Maíllo, apenas se enfrentó con la número dos de En Marea por La Coruña, Yolanda Díaz, algo que se le criticó pero que ella zanjó con un sarcástico: «Es que directamente estamos en las antípodas». Maíllo buscó continuamente a Serrano para allanar el camino de cara a un futuro pacto, habló de responsabilidad de Estado y se refirió a otras situaciones semejantes en Europa, en las que «Los dos grandes partidos políticos se han puesto de acuerdo». Es más, se refirió directamente al PP y al PSOE cuando afirmó que los ciudadanos están pidiendo «ejemplo de madurez democrática».

Serrano, sabedor de ser la clave en el desbloqueo político después de los comicios, dejó claro que «estamos ante un situación sin precedentes», ya que aseguró que «nunca en 37 años ha habido un gobierno de coalición», recordando que, con anterioridad, tanto a PP como a PSOE les bastaron pequeños pactos con nacionalistas vascos y catalanes para alcanzar la presidencia. «Pero no es la situación acual», por lo que se mantuvo abierto a negociar con todos los partidos «sin vetos», pero aclaró que sólo hablará «de contenidos concretos», sin importar «quién lo firma» ni los sillones.

Más tajante y clara se mostró Díaz al apuntar que «nosotros no formaremos parte de un acuerdo con PP y Ciudadanos», porque, al igual que los líderes de su coalición, «lo que queremos es un gobierno progresista con el PSOE».

Pese a los sondeos, Gutiérrez no quiso descender de la posición de «orquestar y poner de acuerdo a los grandes partidos» de Ciudadanos tras el 20-D, y mantuvo el tono conciliador y de consenso habitual con los partidos, salvo con Unidos Podemos. Siempre y cuando, eso sí, Mariano Rajoy continúe en la «obstinación» de sguir siendo el candidato a La Moncloa.