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Bildu inicia la exhumación de los cuerpos de Mola y Sanjurjo

Los restos serán sacados del Monumento a los Caídos de Pamplona

Exterior del Monumento a los Caídos, en Pamplona, donde se encuentran los restos mortales de los generales Emilio Mola y José Sanjurjo.
Exterior del Monumento a los Caídos, en Pamplona, donde se encuentran los restos mortales de los generales Emilio Mola y José Sanjurjo.larazon

El Ayuntamiento de Pamplona ha activado el proceso para la exhumación de todos los restos mortales enterrados en la cripta del Monumento a los Caídos, incluidos los de Emilio Mola y José Sanjurjo.

El Ayuntamiento de Pamplona ha activado el proceso para la exhumación, el próximo 16 de noviembre, de todos los restos mortales enterrados en la cripta del Monumento a los Caídos, incluidos los de Emilio Mola y José Sanjurjo, dos de los generales que protagonizaron el golpe militar de 1936 y que murieron en sendos accidentes de aviación.

El 3 de junio de 1937, Mola viajaba en un bimotor militar, un Airspeed Envoy 22, que se estrelló en una colina de la localidad de Alcocero, en Burgos, durante un fuerte temporal. En el caso de Sanjurjo, el accidente se produjo dos días después de la sublevación, el 20 de julio de 1936.

«No hay aquí ningún atisbo de revanchismo, ni de favorecer a unos o a otros, sino más bien de cumplir la legalidad vigente y de hacer justicia con una parte de nuestra historia», dijo ayer en rueda de prensa el alcalde de Pamplona, Joseba Asiron (EhBildu), al anunciar la puesta en marcha del proceso, junto con el médico forense Paco Etxeberría profesor de la Universidad del País Vasco. Se trata, subrayó, de cumplir la ley de Memoria Histórica .

Además de los dos militares, en la cripta están enterradas otras seis personas, todas ellas del Bando Nacional, muertas en el frente durante los más de tres años que duró la Guerra Civil.

Tras los trabajos de exhumación, comprobación y documentación de los restos mortales contenidos en la cripta, serán entregados a los familiares una vez que se clausure el edificio como espacio de cementerio.

«La tarea la vemos casi sencilla», aseguró el forense Paco Etxeberría. Según explicó el alcalde, «desde hace ya meses el Ayuntamiento ha venido haciendo las gestiones oportunas con la máxima discreción y respeto para llevar a cabo esta acción, con la que pretendemos cumplir la Ley de la Memoria Histórica y por supuesto, dar respuesta a una reivindicación social que viene de lejos en nuestra ciudad». «No entendemos cómo este proceso no se ha iniciado antes», agregó Asirón, quien destacó la «buena disposición y ambiente de colaboración» entre el Ayuntamiento y el Arzobispado, que donó en 1998 al Consistorio el Monumento para su renovación pero mantuvo su uso religioso. El alcalde valoró también la relación establecida con las familias afectadas y, al respecto, sin ofrecer detalles concretos por la «confidencialidad y máxima discreción» exigidas, dijo que «en general» la disposición de las familias ha sido «buena», aunque «alguna» ha manifestado «reticencias».

A este respecto, comprometió «profesionalidad, seriedad y respeto» en este proceso, que se iniciará formalmente hoy con la solicitud al Departamento de Salud del Gobierno de Navarra de la clausura de ese cementerio.

Junto a los restos de los generales Emilio Mola y José Sanjurjo, que fueron trasladados a esa cripta en 1961, en los otros seis sepulcros se encuentran fallecidos de cada una de las merindades navarras (divisiones territoriales), así como el muerto más joven y el de mayor edad durante la Guerra Civil.