Elecciones generales

Rajoy centra su programa en medidas sociales y para las familias

Rajoy centra su programa en medidas sociales y para las familias
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Tira de sus ministros para vender sus propuestas y ocupar el espacio antes de la campaña.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, va a repartir entre sus ministros el protagonismo de vender sus compromisos electorales. Esta mañana Rajoy explicará en Valencia algunas de las principales líneas generales de su programa y de las propuestas con las que pide a los españoles que revaliden la confianza que le dieron en las elecciones de 2011. Pero a partir de ahí el comité de campaña ha decidido fragmentar el documento sectorialmente y que cada ministro protagonice la presentación de las propuestas que afectan a su cartera. Esta estrategia se concretará durante la próxima semana, y hasta que no termine la ronda de presentaciones, en la que también participará la vicesecretaria de Estudios y Programas, Andrea Levy, no harán público el documento electoral en su integridad.

Con este guión, el comité de campaña, que dirige Jorge Moragas, pretende ocupar mucho espacio mediático en la recta final al arranque de la campaña, y apuntalar la idea de que debe haber una continuidad en las políticas aplicadas en estos últimos cuatro años para que la recuperación económica no vaya para atrás. Éste es precisamente uno de los ejes del discurso electoral de Rajoy. El presidente va a concentrar su mensaje en la economía, en el empleo, en la unidad nacional y en la seguridad. Estos dos últimos debates están condicionados por la agenda política, y han sido reforzados en el programa electoral porque son dos desafíos ante los que el PP cree que juega con ventaja con respecto a las otras siglas.

El programa que hoy empezará a presentar el presidente se sostiene en las aportaciones que ha hecho cada ministerio, y en su coordinación también ha participado Presidencia. La intensa colaboración entre el Gobierno y el partido ha tenido como objeto asegurarse que las propuestas hilan con la política de estos últimos cuatro años y son «viables» dentro del objetivo de que sirvan para conquistar apoyos de los votantes de 2011 desilusionados con la gestión de Rajoy. El PP ha asumido la crítica por retrasar tanto la puesta en escena de sus bazas electorales. Primero ocurrió con los candidatos. Ahora, con el programa. Pero detrás hay pura estrategia. Y si es acertada o no lo decidirán los españoles en las urnas. La cúpula popular ha optado por reservarse toda su pirotecnia para el prólogo de la campaña dentro de un esquema global en el que el grueso de las propuestas tiene como objetivo afianzar entre los españoles la idea de que España ha iniciado un camino de ascenso económico, con beneficios directos en los ciudadanos, tanto fiscales como en cuanto a recuperación del Estado del Bienestar. Y que este escenario futuro se puede torcer si ellos no consiguen una mayoría suficiente como para no tener que depender de apoyos externos o impedir que se abra paso a una alianza del PSOE con Ciudadanos o Podemos.

El programa incluye medidas fiscales, por ejemplo, y también para reforzar la regeneración democrática. Asimismo, también han incorporado un capítulo en defensa de la Constitución, de la unidad nacional y de los símbolos y los lazos que unen a los españoles. Con el compromiso, por ejemplo, de reforzar legalmente la protección de estos símbolos nacionales. Y con un nuevo guiño, como es habitual en todos los programas electorales del PP, al castellano y a la enseñanza de la lengua oficial del Estado en Cataluña, dentro del respeto a las demás lenguas cooficiales. El PP se prepara para el pistoletazo de salida de la campaña electoral con encuestas que confirman una ligera recuperación a su favor, y con la previsión de que Cataluña va a seguir marcando la agenda y, en consecuencia, ensordeciendo la campaña. Las últimas semanas han estado marcadas por el desafío independentista y, ya más recientemente, por la lucha contra el yihadismo. Esto quita espacio a Rajoy para hablar de economía, pero también a la izquierda para introducir otros debates incómodos para los populares como el de la desigualdad social o la corrupción. En Génova creen que la «no campaña» no les perjudica porque coloca el foco en cuestiones y amenazas ante los que Rajoy se erige en referente y ofrece «más seguridad» que sus adversarios. Mañana el PP presentará su propuesta institucional y en materia de Justicia, en un acto en el que estarán la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, y el ministro de Justicia, Rafael Catalá. Para el lunes han reservado su agenda social, con la participación del ministro de Sanidad y Asuntos Sociales, Alfonso Alonso. Habrá medidas en apoyo de la familia y nuevas deducciones fiscales para ayudarla. De esta legislatura asumen como pendiente la ley de maternidad, que brindará respaldo a las mujeres para seguir adelante con su embarazo si tienen dificultades económicas o familiares. Rajoy se ha reservado una batería de medidas económicas y sociales para ocupar los próximos días y con la que pretende combatir el desgaste por las consecuencias sociales de la recesión y la imagen de cierta falta de sensibilidad por parte de su Ejecutivo. El programa incluirá propuestas en otros ámbitos como un «Estatuto del Artista», que regulará la especificidad del sector y de sus trabajadores.