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Rajoy prepara un Consejo Asesor de Notables post-Aznar

La iniciativa, que surge de una enmienda a los Estatutos, serviría para escenificar el apoyo de ex ministros y ex dirigentes del partido

El ex presidente del Gobierno José María Aznar, durante la conferencia que pronunció ayer
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La iniciativa, que surge de una enmienda a los Estatutos, serviría para escenificar el apoyo de ex ministros y ex dirigentes del partido

La dirección del PP ha recibido con buenos ojos una enmienda a la ponencia de Estatutos, que se aprobará en el Congreso Nacional de febrero, y que plantea crear un Consejo Asesor de Notables que realice funciones de asesoramiento para la cúpula popular cuando ésta así lo solicite y considere que es necesario.

La enmienda lleva la firma de José Ignacio Echániz, ex consejero del Gobierno de María Dolores de Cospedal cuando dirigió la Junta de Castilla-La Mancha. Antes ya había ocupado el mismo cargo en la Comunidad de Madrid entre 1991 y 1996. Echániz, que sigue ligado al círculo de confianza de Cospedal, es el actual portavoz del PP en la comisión de Empleo del Congreso.

Los encargados de las ponencias que debatirá el Congreso del PP están estos días revisando las enmiendas que han recibido cada uno de los documentos y contactando con sus redactores, sobre todo en el caso de que consideren que cabe entablar una negociación previa al cónclave o que valoren que pueden ser incorporadas al texto antes de que se abra el debate en comisión o Pleno.

Todos los documentos se debatirán primero en comisión, para estudiar las enmiendas que han recibido de los compromisarios, salvo la de Estatutos y Política, que irá directamente al Pleno en la sesión inaugural, el viernes día 10 por la tarde.

Esta enmienda que plantea la creación de un Consejo Asesor de Notables llega justo cuando el partido está todavía procesando la decisión del ex presidente del Gobierno José María Aznar de escenificar su portazo definitivo a la dirección del PP en vísperas de este congreso. Un gesto que solemnizó con la comunicación de su renuncia a la Presidencia de Honor, cargo que ocupaba desde hace 12 años, desde aquel otro congreso que se celebró después de las elecciones generales de 2004. Éstos fueron los primeros comicios generales a los que se presentó Mariano Rajoy ya como líder nacional de la organización política, después de haberse impuesto en el proceso interno de sucesión que decidió personalmente Aznar.

Después de que el ex presidente del Gobierno haya roto definitivamente con la cúpula popular, y también se haya certificado la desvinculación de Génova de FAES, su laboratorio ideológico desde que Aznar estaba en la oposición a Felipe González, ahora Génova estudia la posibilidad de crear este consejo para «asesorar desde la experiencia». La decisión no está aún tomada, pero fuentes populares confirmaron a este diario que, en principio, la propuesta no se ve mal. El Comité de Dirección es un órgano de decisión, y se reúne cada lunes presidido por Rajoy. El PP tiene otros órganos de dirección, como el Comité Ejecutivo o la Junta Directiva Nacional, pero este consejo no adoptaría decisiones ejecutivas, sino que apoyaría simplemente a la dirección del partido. Serviría para fichar a gente que ha sido importante para el PP y que ya no está en activo. Ex ministros y otros ex dirigentes que están fuera de los órganos públicos, pero que tienen experiencia de gestión política y pública. A Rajoy le permitiría, de concretarse en el congreso de febrero, trasladar una imagen de que abre el partido, de que cuenta con las «raíces» de su formación, de que «cuenta con todos, el nuevo PP y el viejo PP», explican en el partido.

Un mensaje que, aunque directamente Génova no relaciona con Aznar, sí que contesta implícitamente a la estrategia del ex presidente de intentar ocupar un espacio político rodeándose de algunas viejas glorias del PP. Ayer mismo reapareció con el ex ministro Jaime Mayor Oreja y la ex líder de los populares vascos María San Gil. La dirección popular ha optado por no entrar en el «cuerpo a cuerpo» que plantea el presidente de FAES, y fuera de micrófono insiste en que no le preocupa que quiera recuperar presencia y discurso como nuevo elemento aglutinador del centro derecha, según le presentan sus más allegados.

Ahora bien, que a Génova no le preocupe, como recalcan. Y que tampoco pretendan «entrar al trapo», como apostillan, no quiere decir que en la dirección popular no valoren retomar la iniciativa tras el congreso de febrero para no dejar el espacio libre a los posicionamientos «a la contra» del ex presidente. Justo después del cónclave echará a andar la nueva fundación del partido con una sonora presentación en sociedad. FAES ya tiene un nombre y una influencia, pero el PP va a intentar competir con la hoy ya sólo fundación de Aznar con su propia marca. Aunque inicialmente han valorado tomar la base de Humanismo y Democracia, ahora se inclinan por crear una institución nueva, «más moderna y con más empuje» en la batalla ideológica.