Comunidad de Madrid

Los (verdaderos) indignados

Las continuas manifestaciones del 15-M perjudican a comerciantes de Sol. Los ciudadanos se ven afectados por los cortes de tráfico, metro y bus

Algunos ciudadanos mostraron ayer su enfado a los «indignados» por las continuas molestias
Algunos ciudadanos mostraron ayer su enfado a los «indignados» por las continuas molestiaslarazon

MADRID- Casi nadie se acuerda de ellos, pero están ahí. Son los «otros indignados», las miles de personas que se están viendo afectadas por culpa de las manifestaciones, marchas, sentadas y protestas del 15-M. Los comerciantes de la Puerta del Sol pensaban que cuando se desalojara el campamento su situación iba a mejorar, pero ha ido a peor. Los repetidos intentos de los «indignados» por tomar de nuevo el kilómetro cero han obligado a la Policía a blindar la zona, por lo que las tiendas se han quedado prácticamente sin clientes.

«Ahogados» por las protestas
Ayer a mediodía, la situación se complicó más de lo previsto por la marcha que organizó el 15-M desde la Plaza de Oriente hasta Sol y los agentes aconsejaron a los comercios y restaurantes que cerraran las puertas de sus negocios durante unas horas. «Estas protestas nos complican la vida», explicó a Ep Florencio Delgado, presidente de la Federación de Comercio Agrupado y Mercados de la Comunidad de Madrid (COCAM). «Esta situación nos ahoga, se tendría que haber tomado antes una solución», añadió. Los «indignados» también provocaron que la estación de Sol de Metro y Cercanías cerrara al público y que los trenes de ambos servicios no pararan allí, lo que obligó a los viajeros a desplazarse a otras paradas para llegar a su destino.
Otro de los colectivos más afectados es el de los vecinos de la Puerta del Sol, a quienes la Policía les pide el DNI antes de dejarles pasar por la plaza. En el caso de los turistas, que observan asombrados las actuaciones del 15-M, los agentes les prohiben atravesar y les sugieren otra ruta.
Pero los mayores problemas se producen en la carretera: Los «indignados» cortan el tráfico de las principales arterias de la capital sin avisar y pasean por la calzada a sus anchas sin que nadie se lo impida, generando numerosos atascos y altercados con los conductores en unas acciones para las que no tienen autorización.