Del SPD al Pasok

La situación actual del SPD es especialmente compleja tras haber obtenido el peor resultado en unas elecciones (20,5%). ¿Qué factores explican su declive?

–Para entender el contexto actual hay que remontarse a la última coalición rojiverde entre 1998-2005. Entonces se aprobó una reforma del mercado laboral y de las políticas sociales que, por una parte, eliminó el estancamiento económico de la era Kohl, pero, por otra, partió al SPD en dos mitades. Sin embargo, los resultados fueron exitosos y, de hecho, explican por qué Alemania hoy está en el «lado de los afortunados» dentro de la economía europea. Todo esto ha jugado a favor de los conservadores (CDU), ya que hay un SPD que no acepta la «paternidad» de una historia de éxito económico y miembros del partido que culpan a sus líderes de descuidar los requisitos sociales básicos en pro de la economía.

¿Era Schulz el mejor rival para batirse con Merkel?

–Schulz fue elegido precisamente por lo anteriormente mencionado. Era una cara nueva y una estrella poco manchada por ese pasado del partido. Por eso cuando fue elegido subieron mucho en las encuestas, hasta un 35% incluso. Sin embargo, en vez de aprovechar ese «momentum», la entonces importante y poderoso líder de Renania del Norte-Westfalia, Hannelore Kraft, decidió no involucrarle en la campaña regional. El resultado fue que perdió su reelección y la derrota interrumpió el ascenso en las elecciones federales de Schulz.

¿Qué debe hacer el partido para recuperar la confianza de los votantes?

–Una reforma integral e interna del partido, de arriba abajo. Hasta ahora parece que han ignorado la necesidad de detener la enorme erosión a nivel de sus miembros y de sus bases. Lo que más le conviene es pasar un largo tiempo en la oposición y conseguir un cambio real, no parches. Aun así, dudo de que consigan volver a ser quienes eran.