Bruselas

El inmovilismo europeo agrava la crisis de los refugiados

Las divisiones en el seno de la UE bloquean las cuotas y el refuerzo de fronteras, mientras que la afluencia de inmigrantes alcanza el millón

Una nueva balsa hinchable con decenas de refugiados llegó ayer a la isla de Lesbos, en Grecia
Una nueva balsa hinchable con decenas de refugiados llegó ayer a la isla de Lesbos, en Grecialarazon

Las divisiones en el seno de la UE bloquean las cuotas y el refuerzo de fronteras, mientras que la afluencia de inmigrantes alcanza el millón

La Unión Europea sigue dividida ante los principales desafíos a los que se ha enfrentado este año y que continuarán el año que viene. Refugiados y refuerzo de fronteras seguirán acaparando portadas en 2016, pero los líderes no han conseguido dar con una solución conjunta. Europa sigue completamente inmóvil a pesar de que la llegada de refugiados a la UE alcanzará el millón al cierre del año.

El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, reconoció que los resultados no son positivos porque seguirán persistiendo el año que viene los mismos problemas a los que todavía no se les ha dado respuesta. Los líderes europeos se resisten a comprometer el espacio Schengen, la libre circulación de personas, aunque son conscientes de que el sistema tal cual está planteado en estos momentos tiene fisuras. «A lo largo de los últimos meses, el Consejo Europeo ha preparado una estrategia destinada a contener la afluencia sin precedentes de inmigrantes que se está registrando en Europa. Sin embargo, la aplicación de esta estrategia resulta insuficiente y debe acelerarse. Para preservar la integridad de Schengen es indispensable recuperar el control de las fronteras exteriores. Es preciso resolver con rapidez las deficiencias observadas, en particular por lo que respecta a los puntos críticos, la reubicación y el retorno», señalan las conclusiones de la cumbre europea.

Por ello, los Veintiocho acordaron urgir al Ejecutivo comunitario y al conjunto de Estados miembros a subsanar «las deficiencias observadas en las fronteras exteriores de Schengen, en particular garantizando que se realicen de manera sistemática comprobaciones de seguridad en las bases de datos correspondientes, y eviten la utilización fraudulenta de documentos».

Será el próximo mes de febrero cuando se haga un balance. Asimismo, el Consejo pidió «medidas concretas» para que se garantice el retorno efectivo de aquellas personas cuya estancia no se permita en la Unión Europea porque no tengan derecho a asilo. Sin embargo, uno de los compromisos que todavía no tiene una respuesta común es la recolocación de los refugiados. «El Consejo debe proseguir los trabajos sobre el mecanismo de reubicación de crisis, teniendo en cuenta la experiencia adquirida, y sobre la lista de países seguros. Debe estudiar con prontitud las propuestas presentadas por la Comisión el 15 de diciembre relativas a un Sistema Europeo de Guardia de Fronteras y Costas, al Código de Fronteras Schengen», añaden las conclusiones de la última cumbre del año. Sobre la reubicación, apenas se trata de una declaración de intenciones. De los 22.000 refugiados que la UE se comprometió a acoger en agosto apenas 600 han sido reubicados. Y respecto a lo acordado en octubre, cuando se hablaba de la reubicación de 160.000 refugiados, apenas 184 han llegado al destino que se había programado. El sistema no funciona. No solamente por los países de acogida, sino también porque después de que se anunciara el programa de reubicación son muchos los demandantes de asilo en Europa que evitan ser registrados porque no pueden elegir el país de destino final, sino que se les asigna directamente.

Tras los atentados de París, la reacción de muchos Estados ha sido precisamente cerrar aún más las puertas al sistema de reparto. Aquéllos que declararon tener disposición total a la acogida han llegado incluso a la saturación, como ha sido el caso de Suecia, que ha pasado de ser el segundo destino para los refugiados a pedir ayuda como se está ofreciendo a Italia y Grecia por encontrarse desbordadas. En cuanto a la guardia europea de seguridad de fronteras, también es otra declaración de intenciones. No hay consenso para crearla tal cual la plantea la Comisión Europea y los Veintiocho tendrán que poner sobre la mesa otras opciones que sean compatibles con las competencias nacionales que ayuden a frenar la afluencia masiva de refugiados. Según la Organización Internacional para las Migraciones, la entrada de inmigrantes podrá alcanzar el millón este año. En general, el número de personas desplazadas en el mundo alcanzará cifras récord en 2015. Por primera vez podría superarse en la cifra de 60 millones, según se desprende del último informe del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR). Esta cifra supone que una de cada 122 personas en el mundo «se ha visto forzada a huir de su hogar». Uno de los conflictos que está haciendo incrementar el número de demandantes de asilo es la guerra en Siria, que entrará en su quinto año.