Represión en Venezuela

Primeras sanciones de la UE contra líderes chavistas

La oposición venezolana abandona la mesa de diálogo con el Gobierno por el asesinato del piloto que se enfrentó a Maduro

Nicolás Maduro y Nestor Reverol, ministro del Interior
Nicolás Maduro y Nestor Reverol, ministro del Interiorlarazon

La oposición venezolana abandona la mesa de diálogo con el Gobierno por el asesinato del piloto que se enfrentó a Maduro.

Probablemente, el «número dos» del chavismo, Diosdado Cabello, nunca coma paella en la costa valenciana, ni lleve a sus hijas a Eurodisney. Seguramente también, los negocios de su primo con empresas españolas se vean perjudicados. Son sanciones que duelen en el bolsillo, por lo menos de forma indirecta, y que inquietan a los «halcones» chavistas, cada vez más acorralados a nivel internacional. De seguir así, la cúpula del régimen venezolano sólo podrá viajar a Latinoamérica y a algunos países de Asia.

El cerco se estrecha. El último en mover ficha ha sido la Unión Europea. El ministro del Interior venezolano, Néstor Reverol, el presidente del Tribunal Supremo, Mikel Moreno, y Cabello figuran en la lista de altos cargos a los que Bruselas impondrá sanciones por la situación en el país, informó la Comisión Europea. Preocupada por el «deterioro» de la democracia y los derechos humanos, la UE ya adoptó en noviembre otras medidas, entre ellas un embargo de armas y de material que podría usarse para la «represión interna». Entonces los líderes europeos decidieron no imponer sanciones individuales contra «responsables de graves violaciones de derechos humanos» y aquellos cuyas acciones «atenten de alguna manera contra la democracia o el Estado de Derecho en Venezuela», a la espera del desarrollo de los acontecimientos.

Pero la elección de una Asamblea Nacional Constituyente, que rige como poder absoluto, supuso el punto de inflexión para la adopción de sanciones por parte de un bloque ya preocupado por los cuatro meses de protestas que dejaron unos 125 muertos. Tras adoptar los embargos sobre las armas, Bruselas decide aplicar sanciones individuales, como ya hicieron Canadá y Estados Unidos. Aunque no se hicieron públicos los nombres, se filtró el de varios de los sancionados, que son responsables de las Fuerzas de Seguridad venezolanas, como Néstor Reverol; el jefe del servicio de Inteligencia, Gustavo González, o el ex comandante de la Guardia Nacional Bolivariana, Antonio Benavides. La lista de sancionados se completaría con Tibisay Lucena, presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), y Maikel Moreno, presidente del Supremo, quien sustituyó como fiscal general a Luisa Ortega tras huir ésta del país al denunciar persecución política.

Mientras, la oposición anunció ayer que abandona la ronda de negociaciones con el Gobierno en Santo Domingo por la muerte del piloto rebelde Óscar Pérez y la inasistencia de los ministros de Exteriores de los países garantes. «No vamos. Construiremos consenso para una nueva fecha», dijo el diputado Enrique Márquez, uno de los representantes de la Mesa de la Unidad Democrática. La MUD exige al ministro del Interior, Néstor Reverol, «una rectificación» por haber afirmado que durante la negociación delegados opositores dieron información que permitió capturar a Pérez, quien protagonizó sonadas acciones contra el Gobierno y fue abatido el lunes. En una carta enviada al presidente dominicano, Danilo Medina, la oposición calificó de «irresponsables» y «falsos» los señalamientos de Reverol. Además, expresó la MUD, «es indispensable» que estén todos los ministros de Exteriores facilitadores».

Sólo dos de los cinco cancilleres llegaron ayer a Dominicana: Fernando Huanacuni, de Bolivia, y Denis Moncada, de Nicaragua. No estaban los de Chile, México ni San Vicente y las Granadinas. Estos países ya han mostrado sus diferencias con el régimen e incluso amenazan con levantarse de la mesa. El Ministerio de Exteriores dominicano informó de que el canciller Miguel Vargas, José Luis Rodríguez Zapatero y los ministros de Bolivia y Nicaragua están reunidos «definiendo cuál será la fecha más conveniente para retomar el diálogo».