Colombia

La última marcha de las FARC colombianas

Unos 6.300 guerrilleros culminan esta semana su desmovilización y se dirigen a las zonas fijadas por el acuerdo de paz para entregar las armas

Guerrilleros del Bloque Sur de las FARC atraviesan el río Mecaya para desmovilizarse
Guerrilleros del Bloque Sur de las FARC atraviesan el río Mecaya para desmovilizarselarazon

Unos 6.300 guerrilleros culminan esta semana su desmovilización y se dirigen a las zonas fijadas por el acuerdo de paz para entregar las armas

La última marcha de las FARC. Un camino sin retorno. A pie, en lanchas y en autobuses, miles de combatientes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) llegaron ayer con fusiles al hombro por selvas y montañas hacia los sitios donde entregarán sus armas para cumplir con el acuerdo de paz. «Las FARC marchan hacia la paz y una vida sin armas», dijo el presidente Juan Manuel Santos, Nobel de la Paz por sus esfuerzos para acabar con medio siglo de conflicto.

Por su parte, Sergio Jaramillo, Alto Comisionado para la Paz de Colombia, informó que unos 2.000 guerrilleros llegarán durante esta semana a los albergues temporales donde dejarán las armas y se reintegrarán a la vida civil. «Comenzó la última marcha de las FARC. Los primeros guerrilleros arrancaron este fin de semana dispuestos a intercambiarlo por una vida en la legalidad, una vida en democracia, una vida distinta que contribuya a la construcción de la paz», señaló.

El resto, unos 4.300, ya están en o cerca de los sitios de desmovilización, precisó en una declaración a la Prensa. Debido a los problemas logísticos, el plazo para llegar se amplió hasta mañana. De hecho algunos guerrilleros consultados ayer por vía telefónica por LA RAZÓN se quejaron de que las llamadas «zonas veredales» no estaban acondicionadas para tales fines, tal y como se había comprometido el Gobierno. En la mayoría de los baldíos apenas había construcciones, ni hablar de letrinas u otras instalaciones. «Estamos acostumbrados a levantar campamentos en tiempo récord y sin muchas comodidades, pero esto ya es un mal comienzo por parte del Gobierno. Vamos a pasar aquí seis meses y queremos unas condiciones mínimas», afirma una de las guerrilleras consultadas.

La desmovilización, para la cual fue acordado un plazo de 180 días desde el 1 de diciembre de 2016, marcará el fin de más de 52 años de una violenta confrontación que ha dejado unos 220.000 muertos, millones de desplazados y 60.000 desaparecidos. El acuerdo de paz, firmado en noviembre por Santos y el líder de las FARC, Rodrigo Londoño, tras cuatro años de negociaciones en Cuba, prevé que los combatientes se deben concentrar en 26 áreas cercanas a montañas y selvas bajo la supervisión de la ONU.

«Hemos cumplido nuestra parte desde el mismo día de la firma de los acuerdos, y así lo seguiremos haciendo», indicó un comunicado del Bloque Sur de las FARC, uno de los más numerosos y beligerantes en medio de la confrontación armada. La ONU recibirá las armas, que se fundirán para construir tres monumentos, mientras que los jefes rebeldes acusados de crímenes de guerra y delitos de lesa humanidad deberán someterse a la Justicia especial, confesar sus delitos, reparar a las víctimas y pagar penas privativas de la libertad en sitios especiales que no serán cárceles.

Difícil diálogo con el ELN

Mientras el proceso de Paz con las FARC avanza, la otra vía de negociación abierta con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) se complica. Con el inicio del diálogo el 7 de febrero en Quito el Gobierno intenta repetir la hoja de ruta recorrida con las FARC. Sin embargo, pese a que tras excarcelar varios presos, el ELN accedió a liberar al congresista secuestrado, Orín Sánchez el jueves, otros pasos en falso hacen peligrar las conversaciones. De hecho, la instalación de la mesa de diálogo fue suspendida en más de una oportunidad porque el ELN no ha dejado en libertad a los secuestrados que tiene en su poder, una exigencia de Santos.

El grupo terrorista se atribuyó este martes el secuestro de un soldado colombiano que desapareció el 24 de enero en el departamento de Arauca, en el este del país, y al que prometió dejar en libertad. La desaparición del soldado Fredy Moreno Mahecha había sido denunciada por sus familiares y el Frente de Guerra Oriental del ELN se atribuyó el secuestro en un comunicado, tan sólo una semana antes de que ese grupo inicie una negociación de paz con el Gobierno. Es, por lo tanto, todavía pronto para hablar de un futuro en Colombia sin drogas ni armas.

Bogotá reúne a 31 Nobel de la Paz

El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, instalará mañana en Bogotá la XVI Cumbre Mundial de Premios Nobel de Paz, en la que se darán cita 31 laureados que disertarán sobre paz, reconciliación y desarrollo. «Tendremos al primer ministro de Irlanda que contribuyó a ponerle fin al conflicto de su país y al ex presidente de Timor Oriental José Ramos Horta, que trabajó en el exilio y después fue presidente de su nación», dijo el vicepresidente de Articulación Público Privado de la Cámara de Comercio de Bogotá, Jorge Mario Díaz. También estarán presentes en el evento el ex presidente de Costa Rica Óscar Arias, que contribuyó a poner fin algunos de los conflictos regionales, y la guatemalteca Rigoberta Menchu.