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Oliver Robbins: El eurófilo «inexperto» que moverá realmente las negociaciones del Brexit

La Razón
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El euroescéptico David Davis, ministro del Brexit, será la cara visible de las negociaciones con Bruselas. Sin embargo, quien mueve realmente los hilos es Oliver Robbins, un hombre totalmente desconocido para el público, que reporta directamente a Theresa May y que desde verano ya ha mantenido varias reuniones en Roma, París, Berlín o Bruselas.

Aunque desde Londres y la UE insistieron en que los contactos como tal no existirían hasta que se activara formalmente el artículo 50 del Tratado de Lisboa, lo cierto es el hombre de confianza de la primera ministra británica ha estado constantemente viajando por las plazas europeas en su papel de líder “sherpa”, término que se emplea en Reino Unido para referirse a los mandarines que realmente llevaran a cabo la batuta para la salida del bloque.

Robbins es un funcionario no un político, y su trabajo durante los próximos dos años será actuar como puente entre May y el resto de los líderes europeos marcando la hoja de ruta que puede ser aceptable en términos de un acuerdo para Francia, Alemania y los otros 25 estados miembros.

Lo que llama la atención es que a pesar de que la líder tory está fuertemente presionada por el sector más euroescéptico de sus propias filas, su mano derecha es ahora un reconocido eurófilo. “Quizá sea la persona más pro-europea que conozco”, señalaba al rotativo The Times una personas del círculo más próximo de Robbins.

Su carrera en Whitehall, donde están todos los ministerios, ha sido extremadamente rápida y prometedora. El “sherpa”, un protegido de Jeremy Heywood, secretario de gabinete, ha pasado por el Tesoro, Downing Street, GCHQ (Cuartel General de Comunicaciones del Gobierno) y más recientemente por Interior. Fue allí donde conoció a May cuando ésta estaba al frente del ministerio.

Sus críticos, sin embargo, señalan sus carencias en dos áreas claves: no cuenta con experiencia en negociaciones internacionales y desconoce los entresijos del mundo bizantino de la política de la UE. En definitiva, estaría más acostumbrado a lidiar con ministros difíciles del Reino Unido que con países difíciles.

¿Por qué entonces ha sido elegido para tan importante misión? El problema con el que se encontró el Gobierno de May al ser formado en verano es que los mandarines de Whitehall que tenían más experiencia en este campo, fueron recolocadas tras la fallida negociación pre-Brexit de David Cameron. Tom Scholar, el sherpa del ex premier, regresó al Tesoro y Sir Ivan Rogers, jefe de la delegación del Reino Unido en Bruselas, dimitió el año pasado tras no tener la confianza del nuevo equipo de May.

La premier, por tanto, tiene ahora a su cargo a un equipo calificado por algunos rotativos locales como “inexperto”. Junto a Robbins, Sir Tim Barrow ha sido nombrado como embajador británico en la UE tras la dimisión de su antecesor, y Simon Case, un veterano del ministerio de Defensa, oficina de Irlanda del Norte y GCHQ, ha sido trasladado de Downing Street como director general para el Reino Unido-UE.

Barrow, que trabajó por última vez en Bruselas hace más de una década, actuará como enlace principal con las delegaciones de la UE y Case será el responsable del trabajo detallado sobre varios aspectos del proceso de las negociaciones. “Son personas altamente capaces, pero tendrán que hacer sus contactos muy rápidamente. Y Bruselas es un lugar muy diferente al que están acostumbrados”, aseguró una fuente diplomática a The Times.

Por otra parte, también se plantea la posibilidad de futuros choques por cómo está planteado el organigrama. Robbins, por ejemplo, depende directamente May, pero al mismo tiempo es el funcionario de más alto rango en ministerio del Brexit, del que está al frente Davis.

Aunque el ministro del Brexit es conocido por “ser un hombre muy complicado para trabajar con él”, de momento su relación con Robbins es buena. Pero ¿qué pasará si May y el euroescéptico Davis comienzan a tener sus roces? En ese caso, el gran “sherpa” podría quedar atrapado. “Tiene efectivamente dos jefes, y eso está bien cuando ambos están de acuerdo, pero las negociaciones serán muy complicadas y habrá momentos de mucha tensión”, asegura una fuente de Whitehall.

Hasta ahora, Davis ha impresionado a los funcionarios de su ministerio por su comprensión de los detalles y la forma en que ha desarrollado la postura negociadora del gobierno. Pero algunos dicen que es impredecible y propenso a dar espectáculos en público. En definitiva, tal y como señala un mandarín, “la conversaciones tendrán éxito si son aburridas y técnicas y dejan a Robbins hacer su trabajo”.