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Un vídeo confirma la misoginia de Trump

La grabación, que contiene palabras obscenas y ofensivas, fue realizada en 2005 en un autobús durante una conversación de Trump con el entonces presentador del programa de entretenimiento y de famosos "Hollywood Access"Billy Bush.

Donald Trump durante un acto de campaña el pasado día 7
Donald Trump durante un acto de campaña el pasado día 7larazon

El candidato republicano Donald Trump afirmó hoy que no tiene ninguna intención de renunciar a su lucha por la presidencia de Estados Unidos y aseguró que está teniendo un apoyo "increíble".

Donald Trump había conseguido por fin lo que tanto le había costado: el apoyo del «establishment» republicano. Al menos de cara a la galería, porque entre bambalinas, el rechazo al magnate seguía siendo notorio. Pero ayer, todos sus esfuerzos hicieron aguas por la filtración de un vídeo en el que el candidato conservador deja ver su faceta más machista, misoginia y repugnante. En el documento de tres minutos grabado en 2005 y ahora publicado por «The Washington Post» se escuha una conversación de Trump fanfarroneando sobre cómo utiliza a las mujeres a su antojo. «Me atraen las mujeres bonitas. Las comienzo a besar, es como un imán, no puedo ni esperar. Y cuando eres una estrella te dejan hacer lo que quieras, puedes hacer lo que quieras. Agarrarlas por el coño. Puedes hacer de todo. A esa me la intenté follar, pero estaba casada», asegura Trump, que por ese entonces ya estaba casado con Melania, en una conversación privada con el presentador Billy Bush. El magnate se vio obligado a aparecer en televisión para dar explicaciones. «Cualquier persona que me conoce sabe que esas palabras no me retratan. Lo dije. Estuvo mal. Pido perdón», afirmó. Hasta ahí bien, pero al segundo volvió a la carga. «El presidente Bill Clinton ha abusado de mujeres. Y Hillary Clinton las ha acosado y humillado».

La filtración de esta conversación vergonzosa es sin duda valiosa munición para su rival demócrata, con quien esta noche se bate en duelo televisivo en el segundo debate de la campaña. «Es un horror», sentenció en Twitter Clinton.

Las reacciones de sus correligionarios tampoco se hicieron esperar. Si ya de por sí, Trump es un candidato repudiado por el propio partido (cuenta con el apoyo de las bases pero no de la maquinaria de la formación conservadora), esta grabación les sirvió a sus enemigos deseosos de desterrar al empresario para salir a la palestra a mostrar su rechazo. El más significativo fue el caso de el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, a quien le había costado sudor y lágrimas hacer público su respaldo al empresario. Trump tenía previsto viajar a Wisconsin para ser acompañado por Ryan, por primera vez,en un acto electoral. Tras la filitración, se canceló el viaje y por supuesto la colaboración de Ryan. «Estoy indignado por lo que he escuchado hoy. A las mujeres se las tiene que defender y respetar, no convertir en objetos», apuntó Ryan. Las deserciones continuaron a lo largo del día.

El gobernador de Utah Gary Herbert anunció que dejará de respaldar a Trump al igual que el congresista Jason Chaffetz. «Estoy fuera. Creo que deberíamos dejar claro que no toleramos esto. ¿Cómo le voy a decir a mi hija de 15 años que defiendo a un hombre como este?», se preguntó ayer Chaffetz. Los legisladores Barbara Comstock y Mike Coffman de Virginia y Colorado respectivamente, solicitaron que Trump se retire y permita a Mike Pence ponerse al frente de la candidatura republicana. Trump aseguró a última hora de ayer que él no es del tipo de personas que tiran la toalla. «No dimitiré», sentenció.