Literatura

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Blue Jeans: «Los libros me han salvado»

El autor más leído por los adolescentes estrena libro y peripecias de novatos en un colegio mayor

Manuel Olmedo
Manuel Olmedolarazon

Sus historias han madurado con el paso del tiempo, al igual que sus lectores, y es el momento de dar el paso para llegar a la universidad. Blue Jeans, el fenómeno de masas de la literatura juvenil, ambienta su última novela en un colegio mayor al que llegan ocho nuevos chicos que se instalan en el pasillo 1B con el reto de afrontar una nueva vida. «Algo tan sencillo como tuitear te quiero» (Planeta) sigue la estela de sus anteriores entregas con cifras récords de ventas y locura adolescente en las redes sociales.

–Le ha quitado todo el romanticismo al amor, con lo bonito que era aquello de rondar la reja, la serenata bajo el balcón, la carta furtiva, el celestineo...

–(Risas) Eso estaría bien en el siglo XIX, hoy mucha gente se conoce por internet y en mi primer libro, en su primera escena, habla una chica que se ha enamorado de un chico que no conoce, porque en 2009 todavía se podía ocultar la foto. Hoy en día las redes sociales sirven para encontrar el amor y se puede «tuitear» te quiero, además no es difícil, hay que gente que lo suelta muy rápido.

–¿Y se puede uno declarar en 140 caracteres?

–La gente tiene mucha imaginación, un «te quiero» son 8 letras..., los chicos jóvenes están acostumbrados a que te quepa todo en 140 caracteres, el privado lo utilizan cuando te tienen que mandar una carta de amor de las de antes. Se pierde información pero se gana en efectividad.

–Yo lo decía por Garcilaso de la Vega, por Bécquer, por Pedro Salinas, con todo lo que escribieron sobre el amor y ahora todo reducido a un triste «tuit».

–Ahora también hay poetas muy jóvenes que hacen verso libre con mucho éxito y que están utilizando las redes sociales para conectar con su público.

–Tiene más de un millón de lectores y 300.000 seguidores en las redes sociales, la mayoría muy joven. ¿No es demasiada responsabilidad?

–Bueno, se lleva con tranquilidad y asumiendo dar a cada uno lo que se merece. Intento hacer lo que puedo, porque las redes sociales las llevo yo, pero ya no se puede contestar a todo el mundo como al principio. Es imposible responder a todos porque no tengo tiempo con los viajes y las firmas, pero seguimos dando pasos, creciendo, para que todo esto siga funcionando. Es cuestión de esfuerzo y de mentalidad.

–¿Qué le cuentan sus seguidores?

–Me cuentan de todo, en especial sus problemas, esto es algo complicado porque no son problemas sencillos. Algunos sí que lo son, al menos para ellos, cosas de novios o de relaciones a distancia, pero luego llegan chicos que te cuentan problemas de bulimia, anorexia, autolesiones, acoso escolar pensando que yo les puedo ayudar porque he tratado estos temas en mis libros. Eso es algo bonito de los libros, porque les anima a contar lo que están pasando, yo siempre les animo a que lo cuenten e intenten solucionarlo.

–Eso es una responsabilidad tremenda.

–Pero no puedes hacer otra cosa...

–Al fin y al cabo sólo es un escritor y sus historias son ficción.

–Primeramente soy una persona, pero qué puedes decir cuando te llega alguien que te cuenta que es anoréxica o que hay un grupo de niñas en un hospital que lee tus libros. Cuándo te lo dicen mirándote a los ojos es mucho peor. Al principio escribía para entretenerme, para tratar de buscarme la vida, pero se ha creado un fenómeno en Internet que ha logrado que los libros se hayan hecho muy conocidos, aunque yo no soy ningún especialista.

–¿Cuánto le debe Blue Jeans a los lectores?

–En cuanto al libro, no dejas nunca de leer propuestas de los lectores, de ver los «timelines», recibo ideas pero ellos aportan cosas. Después, en general, les debo todo, en especial a los lectores que empezaron conmigo en internet y sin los que no hubiera conseguido publicar «Canciones para Paula», quizás Planeta no se hubiera fijado en mí, no se hubiera hecho la película ni tendría algunos premios. Además, en lo personal también, porque cuando empecé a escribir estaba muy perdido.

–¿Qué tal se lleva Francisco de Paula Fernández con su alter ego?

–Muy bien, por suerte no soy como Spiderman y Peter Parker, soy siempre la misma persona y eso llega a los libros. Soy una persona introvertida y tranquila que intenta ser muy natural

–¿Le salvó Blue Jeans?

–Sí, porque estaba muy perdido, no tenía trabajo, vivía solo en Madrid en un zulo de 20 metros cuadrados, se me agrió el carácter y sí, los libros me han salvado.

–Ahora sus historias llegan a la universidad, ¿cómo ha sido el salto?

–Bueno, la verdad es que quería reflejar un poco lo que yo viví en la residencia de Madrid cuando estudiaba la carrera, las emociones que teníamos todos los chicos, la intensidad de la primera semana en la que parecía que llevábamos un año juntos. Para mí fue muy importante y pensé que era momento, además muchos de mis lectores ya están en la universidad.

–¿Su colegio mayor va a ser más divertido que aquella serie de los noventa con Enrique San Francisco?

–Son muchas cosas y no me puedo permitir escribir de amor y desamor únicamente, aunque me persigan los corazoncitos. En éste hablo del racismo, de los trastornos alimenticios, las relaciones con los padres, el mundo de la droga. Creo que son temas que interesan a los lectores y está es una residencia divertida. Yo me lo pasaba fenomenal y estos chicos también, porque encajan muy bien desde el principio.