Ciencia y Tecnología

Los robots han llegado para quedarse

Alumnos del colegio San José conocenlas aplicaciones de la inteligencia artificial

Un momento de la conferencia que acogió ayer el colegio San José (Las Mercedarias) de Sevilla
Un momento de la conferencia que acogió ayer el colegio San José (Las Mercedarias) de Sevillalarazon

Alumnos del colegio San José conocenlas aplicaciones de la inteligencia artificial

Un robot colaborando en una intervención quirúrgica, detectando agua o incluso reconociendo la voz y los rasgos físicos de su dueño parecen escenas sacadas de un guión de una película de ciencia ficción. Pero son casos reales, tanto que estos androides, que peligrosamente se van pareciendo cada vez más a los humanos, han llegado para quedarse. Sin ir más lejos, uno de ellos visitó ayer el colegio San José (Las Mercedarias) de Sevilla, donde los alumnos de Secundaria conocieron sus habilidades más básicas y algunas nociones de la denominada inteligencia artificial, una clase magistral que viene a completar el contenido curricular de la asignatura de tecnología.

Coincidiendo con el 50 aniversario de este centro educativo, la dirección invitó al catedrático de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial de la Universidad de Sevilla Mario Jesús Pérez para que diera a conocer algunos procesos inteligentes y explicar cómo pueden ser simulados a través de máquinas. Sin embargo, la estrella de la sesión, ante un auditorio expectante, fue el robot Alphi, un dispositivo que ya ha recibido las caricias de la presidenta de la Junta, Susana Díaz, en una muestra tecnológica celebrada recientemente en la Diputación Provincial de Sevilla. Alphi se paseó por el salón de actos del colegio, bailó e incluso contestó algunas preguntas, dejando boquiabiertos a los estudiantes y al personal docente.

Según Pérez, que estuvo acompañado por Agustín Riscos, los robots «han invadido un mundo nuevo que conocemos ya desde hace tiempo». Allá por los años 50 del pasado siglo el matemático Alan Turing se preguntó si las máquinas podrían llegar a pensar. La respuesta la podría encontrar ahora de manera afirmativa. Y mucho más, puesto que «pueden expresar sentimientos». Pérez asegura que hoy en día las técnicas de inteligencia artificial «se están aplicando prácticamente en todos los ámbitos», como por ejemplo en la biomedicina, la industria, la diagnosis de fallos o el diseño de máquinas para detectar agua o explosivos. Los robots, por tanto, «no sólo son capaces de actuar autónomamente, sino de aprender. Analizan el entorno y pueden tomar decisiones de acuerdo con sus conocimientos».

Este ámbito de la investigación ha evolucionado de manera muy rápida en los últimos tiempos, un proceso que Pérez compara con los avances que han experimentado los teléfonos móviles. «Si nos retrotraemos diez años, uno piensa cómo ha cambiado todo esto». Por tanto, los cambios «han sido terriblemente buenos» y augura que lo mejor, «o lo peor, está aún por llegar». Las tesis que fraguaron la Revolución Industrial parecen ahora más vigentes que nunca. De hecho, este catedrático sostiene que «el hombre siempre ha tenido en las máquinas un competidor nato». ¿Cómo puede el ser humano crear algo que lo puede superar? «Desde hace tiempo ya tenemos máquinas que son capaces de hacer operaciones aritméticas de una manera mucho más rápida y exacta que nosotros. Eso se puede extrapolar a otras funciones, a los sentimientos, al aprendizaje»...

La aplicación de los robots a la vida cotidiana ya es visible, por ejemplo, en los edificios inteligentes o incluso en aplicaciones que detectan las particularidades que debe tener un producto para que sea más vendido «y aceptado por la sociedad». Un desarrollo más cercano ya lo experimentan los alumnos del colegio San José, un centro que ha hecho una clara apuesta por la excelencia adquiriendo placas Arduino y tablets para no quedarse atrás.