Concluye la construcción de la senda que une El Burgo de Osma con el Cañón del Río Lobos

El secretario de Estado de Medio Ambiente, Pablo Saavedra, acompañado por la delegada del Gobierno en Castilla y León, María José Salgueiro, han recorrido parte de la senda que a lo largo de 20 kilómetros, enlaza El Burgo de Osma con el Cañón del Río Lobos siguiendo la margen del río Ucero, en la provincia de Soria.

El secretario de Estado de Medio Ambiente, Pablo Saavedra, acompañado por la delegada del Gobierno en Castilla y León, María José Salgueiro, han recorrido parte de la senda que a lo largo de 20 kilómetros, enlaza El Burgo de Osma con el Cañón del Río Lobos siguiendo la margen del río Ucero, en la provincia de Soria. Una obra que se une a la restauración fluvial del Ucero y que ha supuesto una inversión del Ejecutivo central de 611.000 euros.

La restauración fluvial mediante infraestructura verde incluía también la rehabilitación de la presa de la Güera en escala para peces, en la localidad burgüense. Además de la adecuación de estas estructura de paso, se ha ealizado el acondicionamiento de los frezaderos, que son los lugares donde acuden a desovar.

Saavedra ha destacado que lo «más significativo» de esta actuación, ejecutada por la Confederación Hidrográfica del Duero, es la construcción de la senda con la correspondiente señalización y cartelería temática para los visitantes.

Con objeto de definir adecuadamente la actuación se han realizado una serie de estudios previos para caracterizar y modelizar el cauce del río Ucero. Entre ellos, destacan el estudio hidrológico del tramo del río y también se ha realizado la generación del modelo digital del terreno de la zona de obra, así como la evaluación de la hidromorfología.

También ha sido necesario el desbroce y limpieza en unos cinco kilómetros de longitud por parte de la vegetación del soto fluvial existente con el fin de mejorar las condiciones hidráulicas de los canales o brazos del Ucero, eliminando pies que obstaculizan la corriente de agua en caso de crecidas, siempre y cuando puedan suponer daños a los usos y aprovechamientos propios de la zona.