Carreteras

La tolerancia cero en alcohol y drogas al volante da positivo en 2.503 conductores

La Guardia Civil multiplica las pruebas en las carreteras de la Comunidad en los dos últimos años

La Razón
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La tolerancia cero por la que apuesta la Dirección General de Tráfico (DGT) en alcohol y drogas al volante ha dado positivo en los controles realizados en nuestras carreteras en más de 2.500 conductores durante el pasado año, según datos de la DGT, que en los últimos años, además de casi duplicar el número de controles de alcoholemia, también ha intensificado las pruebas para detectar a los conductores que circulan bajo el efectos de las drogas.

Una tolerancia cero que evitaría al año la muerte de más de un millar de personas en la carreteras. A pesar de las campañas de concienciación, el alcohol y las drogas sigue estando muy presente en los accidentes y según el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses, en su informe último informe sobre análisis realizados a una muestra de fallecidos por accidente de tráfico, el 39,1 por ciento de los conductores fallecidos presentaron alguna sustancia psicoactiva. El alcohol aparece en el 67,1 por ciento de estos casos, las drogas en el 34,2 por ciento, y los psicofármacos en el 27,5 por ciento.

Y es que mientras hace cinco años en las carreteras de Castilla y León se realizaron 64 controles de drogas, y 346 un año después, el pasado año se contabilizaron 7.275, de los que el 34,4 por ciento fueron positivos (2.503), porcentaje parejo al 2014, cuando de 2.838 pruebas 1.027 fueron positivas.

Al mismo tiempo, el número de controles de alcoholemia realizados por la Guardia Civil en la Comunidad en los últimos diez años se incrementó un 66 por ciento, pasando de los 439.207 de 2006 a los más de 729.000 realizados el pasado año, mientras que el porcentaje de positivos en este periodo se ha reducido casi un tercio. Así, mientras en 2006 la DGT sancionó a 5.920 conductores en la Comunidad por superar la tasa máxima de alcohol, lo que supuso que el 1,3 por ciento del total de los controles realizados resultaron positivos, este porcentaje se ha ido reduciendo de forma progresiva hasta el 0,9 por ciento de los últimos dos años. Así, en 2015 se contabilizaron 6.282 positivos en más de 729.000 pruebas.

Los controles de drogas se realizan siempre que los agentes, tras un negativo en la prueba de alcoholemia, aprecien signos externos en el conductor como nerviosismo, sudoración, euforia, habla dificultosa o temblor. El test consiste en tomar una muestra de saliva mediante un bastoncillo y depositarla en un aparato que detecta, en sólo cinco minutos, el consumo de las drogas más comunes, entre ellas las derivadas del opio, las anfetaminas, el cannabis, la cocaína y algunos fármacos como las benzodiacepinas. Al igual que ocurre en la prueba de alcoholemia, el conductor no podrá volver a ponerse al volante de su coche hasta que en otra prueba dé negativo. También está prevista la vía penal, que implica desde tres a seis meses de prisión, multa de seis a doce meses, o trabajos en beneficio de la comunidad de 30 a 90 días y, en cualquier caso, la privación de conducir entre uno y cuatro años.

Por su parte, conducir bajo los efectos del alcohol siempre se convierte en un delito cuando se supera una tasa de 0,60 miligramos por litro de aire espirado. La penas que establece el Código Penal son las mismas que en el caso de un positivo por drogas.