Cataluña

El Parlament de Cataluña se abona a la desobediencia en el camino a la secesión

Uno de los letrados de la Cámara expresa sus recelos por llevar a votación una resolución para impulsar el referéndum.

La presidenta del Parlamento catalán, Carme Forcadell.
La presidenta del Parlamento catalán, Carme Forcadell.larazon

Uno de los letrados de la Cámara expresa sus recelos por llevar a votación una resolución para impulsar el referéndum.

El Tribunal Constitucional (TC) de España merece a los dirigentes soberanistas de Cataluña la misma obediencia que la Corte de Constitucionalidad de Guatemala. Es decir, ninguna. Tan siquiera sirvió de algo que uno de los letrados del Parlament expresara ayer sus recelos respecto a la admisión a trámite de una resolución destinada a impulsar un referéndum de autodeterminación en 2017 para frenar los planes de Junts pel Sí y la CUP, que impusieron su mayoría en la Mesa y en el hemiciclo para culminar esta iniciativa en la última sesión del debate de política general.

Antes, PP, Ciutadans y PSC presentaron a la Mesa del Parlament una petición de reconsideración para impedir la votación de las resoluciones de Junts pel Sí y la CUP, pero el órgano –con mayoría independentista– la desestimó y sus iniciativas salieron adelante con la abstención de Catalunya Sí que es Pot y el voto en contra del PSC. PP y C’s evitaron participar como gesto de protesta y mostraron sus manos en el aire para escenificar su inhibición.

Según ambos partidos, las resoluciones aprobadas ayer relacionadas con el «proceso constituyente» son «consecuencia y desarrollo otras resoluciones que este Parlament ya ha aprobado y que el Tribunal Constitucional ha anulado». «Ustedes reinciden a mantener una posición que saben que está situada en un camino que no tiene salida, y que, por tanto, lo que están haciendo es bloquear la salida a un problema que ustedes han creado», lamentó el portavoz parlamentario del PP catalán, Enric Millo.

El frente soberanista de Junts pel Sí y la CUP se anotó medio tanto de cara a sus intereses políticos con la abstención de Catalunya Sí que es Pot (el grupo que integra a ICV y Podemos) en la votación para impulsar un referéndum en 2017. La izquierda alternativa quiso mostrar así su disposición a consensuar en un futuro un referéndum que verdaderamente sea «útil, con garantías y con reconocimiento». En todo caso, la diputada de CSQP Jessica Albiach quiso dejar «muy claro» que su grupo no comparte la hoja de ruta independentista del Govern respecto a la secesión unilateral.

Con el propósito de no descolgar a SíQueEsPot del frente que reclama ejercer el derecho a decidir, Junts pel Sí se prestó a votar a favor de su propuesta para un referéndum con las «máximas garantías». La propuesta de la izquierda alternativa defiende que los impulsores del referéndum «busquen el reconocimiento previo de la Unión Europea y la comunidad internacional» para que la voluntad de los ciudadanos expresada en las urnas tenga efectos políticos y jurídicos reales. Esta resolución salió adelante con 73 votos a favor (los de JxSí y SíQueEsPot), 10 abstenciones de la CUP, y los 52 votos en contra de PSC, C’s y PP.

Concluido el debate de política general, el Govern afronta ahora el reto de pactar los presupuestos con la CUP.