Barcelona

Final de mes agónico para el Gobierno en funciones de Mas

La negociación con la CUP no avanza. Los funcionarios reclaman la paga extra de 2012

Junts pel Sí y Catalunya Sí que es Pot respaldan las alegaciones al TC
Junts pel Sí y Catalunya Sí que es Pot respaldan las alegaciones al TClarazon

El Gobierno ha cerrado el grifo de la liquidez a Cataluña. La Generalitat no tiene dinero para pagar a sus proveedores. No sólo el sector sanitario catalán reclama los 2.000 millones que le debe el gobierno catalán, los funcionarios se manifestaron ayer ante el Palau de la Generalitat para pedir la devolución íntegra de la paga extra de 2012. A todos estos frentes, hay que sumar que el ejecutivo está en funciones. Las negociaciones entre Jxsí y la CUP para investir a Artur Mas no avanzan y sólo queda una semana para que empiece la campaña electoral de las generales. En campaña, los partidos velan por sus intereses y las negociaciones suelen complicarse.

Mas admitió ayer la «debilidad» de su gobierno en funciones para negociar con el Ejecutivo del PP, con quien el pulso por la independencia ha llegado a tal extremo que la Generalitat ha decidido retirarle la palabra hasta el 20-D. Confía en un cambio de inquilino en La Moncloa para retomar el diálogo, tal y como precisa la declaración rupturista. Con la CUP las conversaciones prosiguen, pero van a paso de tortuga.

Junts pel sí están hablando de todo, según explicó ayer el president de la Generalitat, del proceso constituyente y de la investidura, aunque en este punto el acuerdo sigue encallado. De los encuentros con las bases de la CUP para decidir si los anticapitalistas dan el sí quiero a la investidura de Mas, el lunes por la noche se filtró que había discrepancias entre Barcelona y las comarcas. Endavant y Poble Lliure, dos sectores de la CUP, emitieron sendos comunicados de cara a la asamblea que la formación antisistema celebrará el domingo en los que se aprecian matices respecto a la posibilidad de investir a Mas, un asunto sobre el que algunos dirigentes admiten que puede «fracturar» al partido. Endavant mantiene su rechazo al convergente. Mientras que Poble Lliure pasa de puntillas sobre el debate, aunque apuesta por «no favorecer la ruptura independentista en el momento actual» porque «representa ponerse al lado de España y la oligarquía, perpetuar las formas de poder despóticas del Estado y las políticas de despojo, que prolongan la situación de opresión y ahogo social para el pueblo trabajador catalán». Sin embargo, el portavoz en el Parlament, Albert Botran, negó a mediodía discrepancias internas y reafirmó su rechazo a Mas.

Pese a la falta de acuerdo entre Jxsí y la CUP, ambos siguen empujando el proceso. El Parlament presentará alegaciones a la decisión del TC de anular la resolución rupturista.