Los niños alicantinos sacrifican el inglés por no dar más valenciano

El decreto de plurilingüismo sigue su curso a pesar de que los recursos anunciados por el PP y sindicatos y asociaciones de padres. La desigualdad denunciada por todos ellos comienza a plasmarse en los resultados de las votaciones. El 54 por ciento del total de colegios sostenidos con fondos públicos eligieron el nivel avanzado I o II de plurilingüísmo (675 centros), el 30 el nivel intermedio (375) y el 16 el básico (203).

Por provincias, en las de Alicante 164 centros eligieron el nivel avanzado, es decir, un 40 por ciento, el intermedio 132 centros educativos, el 32 y el nivel básico corresponde a 119 centros, un 28 por ciento del total.

Estos porcentajes son muy diferentes a los resultantes en Castellón. 137 centros optaron por el nivel avanzado, lo que supone un 83 por ciento del total, un 10 por ciento por el nivel avanzado y un siete por el básico.

En la provincia de Valencia, el 55 votaron por el avanzado, el 34 por ciento por el intermedio y once por ciento por el básico.

Como ha venido denunciando el PP en las últimas semanas, la aplicación de este decreto generará diferencias entre los alumnos, dado que el hecho de estudiar el mismo curso no significará obtener el mismo certificado de inglés. Además, los populares insisten en que los más perjudicados son los niños de las zonas castellanoparlantes, dado que para conseguir un certificado de inglés más alto es necesario aumentar el número de horas en valenciano.

Sin embargo, la lectura que realizaba ayer el conseller de Educación, Vicent Marzà, es muy diferente. Mostró su satisfacción porque «gracias al esfuerzo de todas y todos caminamos hacia una enseñanza más plurilingüe que nunca, que genera oportunidades para todos».

Aseguró que se están dejando atrás «un sistema de peajes y privilegios para emprender el de los derechos y las oportunidades». Defendió que los centros han optado entre mantener los mismos programas de «ahora o avanzar».

El calendario de aplicación empieza el curso 2017-2018 y culminará con su implantación en Bachillerato, en 2023.

Los centros educativos han propuesto qué nivel quieren tomar como punto de partida, en una decisión avalada por dos tercios del consejo escolar.

Del total de escuelas sostenidas con fondos públicos, se cuenta con los datos del 90 por ciento, aunque no se ha distinguido entre públicos y concertados.