Asamblea de Madrid

Cifuentes se libra de sus consejeros más cuestionados

La presidenta regional remodela gran parte de su Gobierno. Gonzaléz Taboada, salpicado por Púnica, y Sánchez Martos, reprobado en la Asamblea, salen de Medio Ambiente y Sanidad «a petición propia». Premia a Jaime de los Santos con la Consejería de Cultura y ficha para su Gobierno a los diputados más fieles.

Cifuentes se libra de sus consejeros más cuestionados
Cifuentes se libra de sus consejeros más cuestionadoslarazon

La presidenta regional remodela gran parte de su Gobierno. Gonzaléz Taboada, salpicado por Púnica, y Sánchez Martos, reprobado en la Asamblea, salen de Medio Ambiente y Sanidad «a petición propia». Premia a Jaime de los Santos con la Consejería de Cultura y ficha para su Gobierno a los diputados más fieles.

Era cuestión de tiempo. Y tanto Jaime González Taboada como Jesús Sánchez Martos lo sabían. Seguramente por eso pidieron irse hace unos meses. El cese oficial, sin embargo, no llegó hasta ayer. Cristina Cifuentes lanzó un comunicado a media tarde para anunciar una profunda remodelación de su Gobierno que supone la salida de los dos consejeros más controvertidos de su Ejecutivo. Además, la presidenta regional crea la cartera de Cultura –que eleva a ocho el número de consejerías– y premia con puestos de responsabilidad en su Gobierno a los diputados que forman su círculo de confianza.

La versión oficial del cese de los responsables de Medio Ambiente y de Sanidad asegura que ambos salen a «petición propia». Se debe señalar que ambos consejeros estaban señalados desde hacía meses. Habían generado sendas crisis que aunque ya se consideraban superadas les habían dejado «tocados» dentro y fuera del Ejecutivo.

Ahora, Jaime González Taboada deja la cartera de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio para dedicarse de lleno al PP donde es coordinador general. Según el comunicado remitido ayer a los medios, Taboada había pedido el relevo el pasado mes de marzo cuando Cifuentes fue elegida presidenta del PP de Madrid y le designó como número tres del partido para «potenciar la estructura en los 179 municipios de cara a las próximas elecciones de 2019». Pero hacía tiempo que Taboada era un problema para Cifuentes. Los jueces y la Fiscalía que investigan la trama Púnica le están pisando los talones por su etapa anterior en la Comunidad, en la Consejería que dirigía Francisco Granados. En el caso de ser imputado, el código ético impuesto por Cifuentes le obligaría a dimitir también de su cargo en el partido, pero con su salida del Gobierno la presidenta regional reduce el impacto sobre ella y su equipo que provocaría la noticia. A Taboada le sustituye Pedro Rollán, hasta ahora consejero de Transportes, cartera que asume Rosalía Gonzalo, diputada regional y ex jefa de gabinete de Cifuentes en la Delegación de Gobierno.

El cese de Sánchez Martos es diferente. Ayer el Gobierno regional dijo que se ha hecho por voluntad propia, pero lo cierto es que hasta casi el último momento ha defendido que tenía «actitud e ilusión mucho más fuerte» que cuando llegó. Ha sido su familia la que le ha empujado a pedir el cese. Demasiada presión. Sánchez Martos ha sido el único consejero reprobado en la historia de la Asamblea regional. Sucedió en junio: los tres grupos de la oposición se pusieron de acuerdo en pedir su dimisión por tomar «decisiones arbitrarias, falta de rigor y nula planificación» al frente de la Sanidad. Sus controvertidas declaraciones al pedir a los niños que hicieran abanicos de papel en las aulas para combatir una ola de calor, que provocó vómitos y ansiedad en los escolares, fue la gota que colmó la paciencia de Cifuentes, que ha visto cómo el consejero de Sanidad salía más en los medios por sus declaraciones que por su gestión. Cuando antes de verano le pidió no seguir, Cifuentes le pidió aguantar hasta el Debate sobre el estado de la región.

Y es que, el momento elegido para prescindir de lo que podían llegar a ser dos lastres en su gestión ha sido minuciosamente preparado y con la suficiente distancia de Púnica y de la polémica reprobación, lo que le permite a la presidenta regional distanciarse de las exigencias de la oposición y de la presión pública. Cifuentes además aprovecha para hacer una amplia remodelación de su Ejecutivo «que supone un nuevo impulso en las principales áreas de Gobierno» de cara a la recta final de la legislatura en la que se avencinan momentos difíciles si se atiende a las tensiones que se respiran últimamente entre PP y Cs, su socio de investidura y, lo que ahora es más importante: su muleta para aprobar los presupuestos.

La restructuración pasa por la creación de la consejería de Cultura, Turismo y Deportes para la que cuenta con Jaime de los Santos, hasta ahora director general del área, al que premia por sus resultados. La presidenta regional, no obstante, seguirá vinculada a este área destinada a generar buenas noticias –tanto culturales como asociadas a la creación de empleo– durante toda la legislatura. Como viceconsejero entra el hasta ahora diputado Álvaro Ballarín, premiado por la presidenta regional a pesar de que fue imputado antes de las elecciones en las que fue de número 7 de su lista y desimputado poco después, salvándose de una dimisión segura «in extremis». Cifuentes mantiene a Rafael Van Grieken en Educación, cartera a la que quita Deportes, pero le transfiere competencias en I+D, para potenciar la conexión entre el ámbito educativo y el económico-laboral.

Al frente de Sanidad coloca al Enrique Ruiz Escudero, médico y hasta ahora viceconsejero de Presidencia, cargo que asume Isabel Díaz Ayuso, hasta ahora portavoz adjunta de la Asamblea. Crea la Viceconsería de Humanización de la Asistencia Sanitaria para «mejorar la calidad asistencia y el trato al paciente en todos los ámbitos» y pone al frente al médico Fernando Prados. Por último, nombra director de la recién creada Agencia de Seguridad y Emergencias 112 a Carlos Novillo, hasta ahora Director General de Protección Ciudadana y anteriormente jefe del Cuerpo de Bomberos de Alcorcón.