Refugiados

El bebé refugiado sirio inicia su tratamiento en St.Joan de Déu

La niña, Sham, que se aloja con su familia en un piso de la Fundación Jubert Figueras y recibe manutención de Cáritas, se somete hoy a su primera intervención

Mediante el programa Cuida’m, el Hospital de Sant Pau ha atendido a más de 250 niños desde 2004
Mediante el programa Cuida’m, el Hospital de Sant Pau ha atendido a más de 250 niños desde 2004larazon

La niña, Sham, que se aloja con su familia en un piso de la Fundación Jubert Figueras y recibe manutención de Cáritas, se somete hoy a su primera intervención.

Llegó a Barcelona hace unos 20 días acompañada por sus padres, de origen sirio, y sus tres hermanos, de 8, 7 y 4 años, y esta semana, en principio mañana mismo, finalmente será intervenida en el Hospital Sant Joan de Déu.

Sham, un bebé de apenas un año, nació en un campo de refugiados en Jordania con una anoftalmia congénita y alteración de la órbita ocular que, si bien a priori no pone en riesgo su vida y no ha afectado a su desarrollo psicomotor, lo cierto es que sufre una asimetría facial que le da un aspecto circense. Unos médicos estadounidenses desplazados a la zona no pudieron permanecer impasibles ante la imagen de la desafortunada Sham, a quien las circunstancias familiares y la inestabilidad política que se vive en Siria le hicieron nacer en un campo de refugiados y los contratiempos de la naturaleza provocaron que vivniera al mundo sin uno de sus ojos. Así, éstos se pusieron en contacto con el Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona para tratar de garantizar a la niña la atención médica que requiere.

Hoy Sham se encuentra ya a las puertas del quirófano para someterse a la primera intervención quirúrgica mediante la cual se tratará de paliar los efectos de su malformación congénita. «Le va ha operar el doctor Prat, quien realizará una intervención plástica y reconstructiva del machilofacial, la cual arranca con un primera operación para colocarle una prótesis para desarrollar la órbita ocular», explica el doctor Francisco José Cambra, responsable del programa Cuida’m, mediante el cual, desde 2004, el Hospital de Sant Joan de Déu ha podido atender a más de 250 niños de todo el mundo que no tienen acceso a un tratamiento sanitario necesario, ya sea por motivos de salud como para mejorar su calidad de vida.

En unos seis meses, Sham deberá someterse a una segunda intervención sobre los huesos de la órbita ocular y cuando alcance los 7 u 8 años, tendrá que volver a pasar por quirófano para ser operada del resto de la cara. Así, durante esta primera fase de actuación sobre su malformación, la niña deberá pasar dos veces por qurófano y someterse a continuos controles médicos para monotorizar y valorar su crecimiento, de manera que tanto ella como su familia permanecerán en Barcelona al menos durante los próximos seis meses, algo que ha hecho posible el trabajo conjunto y la colaboración de tres entidades sociales catalanas. Por un lado, Sant Joan de Déu se hace cargo de todo lo relativo a la atención médica de la bebé, mientras que Cáritas Diocesana de Barcelona se ha comprometido a sufragar los gastos de manutención de la familia y se ha responsabilizado de la escolarización de los otros tres hijos del matrimonio, así como también se encuentra en proceso de encontar un casal de verano para ellos durante el mes de agosto. Por último, la Fundación Jubert Figueras ha ofrecido a la familia un alojamiento durante el tiempo que sea necesario.

«Nuestra labor es la de ofrecer un alojamiento bien comunicado con los hospitales de referencia a personas enfermas desplazadas», explica Marta Soler, trabajadora social de la Fundación Jubert Figueras, quien señala que «normalmente se trata de pisos compartidos y nuestro usuario paga un precio simbólico por la habitación en función de sus ingresos». En el caso concreto de Sham, sin embargo, la entidad se ha adaptado a sus especiales condiciones. Así, al tratarse de una bebé que ha venido acompañada por su familia, la cual pertenece además a un colectivo especialmente vulnerable y perjudicado como es el de los refugiados, tiene a su dispoción un piso completo -con tres habitaciones y dos baños- sin necesdiad de compartir y todos los gastos de alojamiento corren a cargo de la fundación.

Una situación especial

Esta es la primera ocasión que la entidad se encuentra con un caso como éste, en el que ha de atender a una familia entera de refugiados, pero de todos modos su objetivo y forma de trabajar se mantiene. «La idea es que las personas a las que atendemos, que se encuentran lejos de casa por motivos de salud, se sientan como en casa y para ello intentamos simular que aquí tienen un hogar», indica Marta Soler, quien además destaca que «para ellos somos como su familia o el entorno que aquí no tienen». En este sentido, la fundación no sólo se limita a ofercer alojamiento a sus usuarios, sino que además éstos cuentan con el apoyo de voluntarios sociales que les acompañan en su proceso de adaptación e integración, sobre todo los primeros días. En el caso de Sham, la familia , que además ha de hacer frente al obstáculo idomático, cuenta también con el apoyo de un matrimonio sirio, que realiza las funciones de intérprete, aunque como señala Marta la familia de Sham «se está adaptando rápido y pone mucha voluntad en hacerse entender y comunicarse». «De hecho, en el piso, han puesto papeles en los muebles en los que figura la palabra en inglés para designarlos».

El Ayuntamiento de Barcelona, por su parte, también ha puesto su grantio de arena y ha dado apoyo a la familia en todo lo que está a su alcance. Así, por ejemplo, el tranporte de todos ellos corre a cargo de los Servicios Sociales. En cuanto a la tramitación de la documentanción necesaria para que Sham y su familia pudiera desplazarse a Barcelona y permanecer en la Ciudad Condal el tiempo necesario, ha sido un bufete de abogados estadounidense, ReedSmith el que se ha hecho cargo de todas las gestiones.