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Bajar impuestos

La Razón
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El programa económico presentado por el PSOE para el 20D es una carta a los Reyes Magos de un burócrata, que quiere añadir aún más impuestos sin el más mínimo análisis de eficiencia en el gasto. Si acudimos al de Podemos, es una propuesta de cuento de la lechera. Ambos, gastar como sea, y financiarlo con unas estimaciones de ingresos y lucha contra el fraude que los propios inspectores de Hacienda han denunciado como «imposibles». Ya sabemos cómo termina. Crisis, casi quiebra y echando la culpa a otro. Copiar el 2008 tiene el peligro de que se consigue el mismo resultado: Paro, recesión y déficits históricos.

El cuento de subir los impuestos a «los ricos» ya lo conocemos. Se gastan cifras muy elevadas reales y se hacen estimaciones exageradas de ingresos. Y cuando llega el enorme déficit, se suben los impuestos a todos.

Ciudadanos ha presentado un programa a medio camino entre la socialdemocracia del gasto y la apuesta por apoyar el crecimiento, donde sorprenden la eliminación de deducciones que supone poner en peligro la inversión en I+D privada, y el muy cuestionable complemento salarial garantizado, que es trasladar al contribuyente los problemas de competitividad de los sectores de bajo valor añadido. Por el lado del PP, se han anunciado nuevas rebajas impositivas.

Hay que bajar impuestos urgentemente, aumentar la renta disponible para impulsar la economía, el consumo, la inversión productiva y el empleo. Como han demostrado Irlanda o Reino Unido. Y porque los ciudadanos merecen que se les devuelva parte del enorme esfuerzo llevado a cabo en estos años. Es su dinero y el fruto de su trabajo.

Muchos ciudadanos desconfían de las nuevas promesas de bajadas de impuestos. Se debe explicar, primero, por qué subieron en 2011 y por qué es creíble que van a bajar. España ya no sufre un déficit del 9%, ni tiene que lidiar con 40.000 millones de facturas impagadas, o rescatar a las cajas y comunidades autónomas quebradas. Se pueden, y deben, bajar los impuestos porque crecemos al 3% y creamos un millón de empleos neto. Porque hemos hecho un ajuste comercial y fiscal de casi 15 puntos del PIB.

Sin una política fiscal atractiva nos va a ser más difícil atraer capital, impulsar el consumo, crear los miles de empresas y millones de empleos que necesitamos, y afrontar un 2016 complejo donde el mundo crecerá menos de la media histórica.