Pilar Ferrer

Todos miran a Duran

La Razón
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Manipular una encuesta es muy fácil. Cocinarla lleva su trabajo. Y divulgarla con rigor corresponde a profesionales serios. Realiza este análisis uno de los más expertos sociólogos del país que trabajó en su día para el PSOE, pero a quien han consultado últimamente muchos «barones» regionales del PP. La incertidumbre del 20-D aviva intereses, concita voluntades y saca una conclusión ineludible: la necesidad de pactos electorales para un Gobierno de España estable con la mirada puesta en el conflicto catalán. Nada de lo que puedan arrojar las urnas el próximo diciembre está exento y alejado de Cataluña. Ante tal escenario, el último sondeo de LA RAZÓN no da puntada sin hilo y revela dos factores a tener en cuenta: una abultada bolsa de voto oculto y la necesidad de un partido bisagra para negociar una salida al cada vez más espinoso tema catalán.

El PP figura en todas las encuestas como primera fuerza. A partir de aquí, empieza el pugilato entre PSOE y Ciudadanos, oscilantes en una franja de votantes fijos, otros que mienten y unos cuantos que no contestan. Haría mal Albert Rivera en creerse ya el triunfador de la situación, máxime cuando aún quedan varias semanas para el resultado final. Y un dato importante a destacar: la irrupción de Unió Democrática, el partido de Josep Antoni Duran Lleida, que concurre en un escenario diferente al autonómico y municipal. Cierto es que el 27-S quedó sin representación en el Parlament, pero tampoco son menos ciertos sus cien mil votos. «Suficientes para que los soberanistas no alcanzaran mayoría absoluta», señalan expertos demoscópicos. Los democristianos, con Duran en cabeza, juegan ahora un partido muy distinto. En España, en el Congreso y, desde aquí, evitar el choque frontal con Cataluña.

Precisamente la pasada semana, en los aledaños de la Cámara Baja, diputados de PP y PSOE celebraron un largo almuerzo, de los habituales en esta última legislatura. Pasaron revista al escenario político y todos coincidieron en algo: el único interlocutor válido para el futuro Gobierno que salga de las urnas es Duran Lleida, toda vez que Convergència está claramente fracturada, en caída libre hacia la independencia y en manos de los radicales de la CUP. Las encuestas de los dos grandes partidos nacionales «congelan» las ambiciones de Ciudadanos, a quien los socialistas niegan aventajarles, y otorgan a Unió Democrática una horquilla de entre tres y cinco diputados. El fracaso de Junts pel Sí, la parálisis del actual Gobierno catalán en funciones, la asfixia económica y los chantajes de la CUP rebajan la independencia y alientan las aspiraciones de los democristianos.

Si Duran logra representación en el Congreso, donde lleva más de treinta años como eterno hombre puente entre Madrid y Barcelona, será «el espejo de los pactos». Es la opinión de veteranos diputados de PP y PSOE, que tienen clara la necesidad de un partido catalanista, no separatista, para reconducir la situación. Con una ponencia específica dentro de la Comisión Constitucional para adecuar el texto de la Carta Magna a la singularidad catalana y un nuevo concierto fiscal. Los parámetros de la nueva negociación son también muy bien vistos por otras fuerzas, como el PNV, con estrechas relaciones con Unió en la Internacional Democristiana europea y a quien las encuestas vaticinan un buen resultado en las generales. Según fuentes de Ajuria Enea, los nacionalistas vascos repetirán sus escaños en Madrid y se perfilan decisivos para futuros pactos en la nueva legislatura.

La prevista fragmentación del Parlamento español avala esta tesis, a la que tampoco hacen ascos algunos estrategas de Ciudadanos, que ahora compiten en el mismo campo. Aunque públicamente lo niegan, si el PP es la primera fuerza en votos, las ínfulas de Albert Rivera pueden quedar aminoradas, según reconocen en su propio partido algunas voces críticas. Dirigentes de PP y PSOE coinciden en que el mejor compañero de viaje sería Duran Lleida, por su dilatada experiencia y excelentes relaciones con los grandes líderes nacionales. De hecho, Duran fue convocado recientemente a La Moncloa por Mariano Rajoy en su ronda de contactos con líderes políticos y su número dos, Josep Sánchez-Llibre, a la reunión del pacto antiyihadista en el Ministerio del Interior. Si las encuestas aciertan, el espejo de los pactos queda claro: todos miran a Duran. La quiniela empieza el día veinte, en las elecciones más trascendentes de la democracia.