Copa del Rey

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Trapicheos

La Razón
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Cruzar fronteras en la Copa es lo que se exige a los equipos de Primera cuando coinciden con rivales de inferior categoría. Es un hecho que para no arruinar la taquilla del débil el primer encuentro se juega en su casa. En el «Torneo del KO» las sorpresas no están garantizadas ni descartadas. De repente un Alcorcón o un Mirandés desbordan el cauce de esa emoción indispensable para que la épica fluya: la victoria de David sobre Goliat. El grande derrotado y humillado; las consecuencias, demoledoras. Pero si gana el favorito la salsa del guión no hierve hasta la final. Es la esencia de la Copa, que no admite relajación ni descuidos, que premia al que más empeño pone.

Otra frontera, la que cruzó en los bajos de un camión Ilias Fifa, un marroquí que con 17 años entró a España desde Tánger en busca de una vida mejor. La encontró en el atletismo. No es baladí la fama de los africanos en las carreras de fondo. En 2015, Ilias adquirió la nacionalidad española y en 2016 correspondió en Ámsterdam con el título europeo de los 5.000. La felicidad completa... Y efímera, sin embargo.

La Policía Nacional registró el domicilio de Ilias Fifa en Santa Coloma de Gramanet, encontró jeringuillas y medicamentos prohibidos y pesa sobre el atleta una acusación de compraventa y distribución de sustancias dopantes. Según todos los indicios, trapichea, no con tarjetas de móvil como Jordi Pujol Jr. en Soto del Real, presuntamente lo hace con productos que atentan contra la salud pública. Campeón de Europa, 28 años, con un futuro por delante que no imaginaba cuando huyó de Marruecos hace 11 años. Es para preguntarle: ¿Ilias, estás tonto o qué?