Gobierno de España

La preocupación de Su Majestad el Rey

La Razón
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Algunos de los representantes políticos que atendieron ayer la llamada a consultas de Su Majestad coinciden en la impresión de que el Rey es muy consciente de las dificultades que presenta la actual situación política, de la que se encuentra perfectamente informado y que, ciertamente, le suscita una natural preocupación. Ello no empece para que estos mismos interlocutores –Pedro Quevedo, de Nueva Canarias; Ana Oramas, de Coalición Canaria, y Alberto Garzón, de IU– hayan reiterado ante Don Felipe su escasa disposición a facilitar una salida al bloqueo de la investidura. De mantenerse la misma postura en el resto de los partidos que han quedado por detrás del PP en las pasadas elecciones, especialmente el PSOE y Ciudadanos, no sería de extrañar que Su Majestad renuncie a proponer candidato alguno a la investidura, al menos tras concluir esta primera ronda de contactos. Es lógica la preocupación del Rey, en sintonía con la mayoría de la sociedad española, pero no es Don Felipe quien puede solventar el bloqueo, de acuerdo con el papel que le atribuye la Constitución como Jefe del Estado. Corresponde al Parlamento, es decir, a los representantes políticos electos, dar salida a una situación que puede desembocar en unas terceras elecciones.