Sociedad

¿Por qué el estrés causa canas?

Hace que el pelo se vuelva gris en roedores al desencadenar el agotamiento de las células madre que pigmentan los folículos capilares, según un estudio publicado en “Nature”

Todos tenemos en la mente las instantáneas de diferentes presidentes antes de asumir el cargo y al irse. Sánchez, Obama, Zapatero, Sarkozy... sus cabellos se volvieron canosos rápidamente. No hubo ni que esperar a que se fueran. Por ejemplo, en el caso de Sánchez en menos de seis meses (entre el 1 de junio y el 25 de noviembre de 2018) su pelo empezó a blanquear. Siempre se ha dicho que el poder -por culpa del estrés- blanquea el cabello, pero ¿por qué? Un equipo de científicos de la Universidad de Harvard y Brasil ha resuelto el rompecabezas de este proceso: el estrés, según el estudio publicado hoy en la revista “Nature”, activa los nervios y estos, a su vez, causan daños permanentes en las células madre encargadas de regenerar el pigmento en los folículos capilares.

“Durante mucho tiempo se ha dicho que el estrés hace que el cabello se vuelva blanco, pero hasta la fecha no había una base científica para esta creencia. Nuestro estudio ha demostrado que el fenómeno existe y hemos identificado los mecanismos involucrados. Además, hemos descubierto una forma de interrumpir el proceso de pérdida de color del cabello debido al estrés”, afirmó Thiago Mattar Cunha, investigador del Centro brasileño de Investigación sobre Enfermedades Inflamatorias. El estudio se realizó en colaboración con un grupo dirigido por Ya-Chieh Hsu, profesor de biología regenerativa en la Universidad de Harvard. Según Cunha, este hallazgo fue “en parte” fortuito. “Estábamos realizando un estudio sobre el dolor con ratones negros. Les administramos una sustancia llamada resiniferatoxina para inducir un dolor intenso y cuatro semanas después de la inyección de la toxina un estudiante de doctorado detectó que el pelaje de los animales se había vuelto completamente blanco”. Esto hizo que los investigadores repitieran el experimento varias veces hasta poder afirmar que este cambio se debía a la aplicación de este químico.

Fue así como “nos propusimos verificar la hipótesis de la pérdida del color del pelaje era por el estrés inducido por el dolor”, afirma Cunha. Para ello, diseñaron otro experimento para ver si se activaban las fibras nerviosas simpáticas de los ratones, ya que éste se ve directamente afectado por el estrés. Además, “después trataron a los ratones con un guanetidina, capaz de inhibir la neurotransmisión a través de las fibras simpáticas y observamos que se bloqueó el proceso de pérdida de color del pelo”, añade. Para confirmarlo otra vez vas, también probaron a interrumpir la neurotransmisión mediante la extirpación quirúrgica de las fibras simpática. También en este caso, el avance de las canas no continuó.

Una conclusión a la que también llegó el equipo de Ya-Chieh Hsu que concluyó que “los ratones que estuvieron expuestos a tensiones físicas o psicológicas mostraron una reducción en el número de células madre de melanocitos en cuestión de días y mostraron un envejecimiento del cabello acelerado. Todo ello debido a que el estrés induce la liberación de un neurotransmisor que hace que estas células madre proliferen, se conviertan en células especializadas y después dejen de pigmentar el pelo de los ratones”.