Agencia Espacial Europea

El astronauta Pedro Duque, experimentos bajo el agua

La NASA prueba, con la ayuda del español, nuevas tecnologías sobre la composición del cuerpo y del sueño de los astronautas

Dos de los astronautas, durante su misión bajo el agua
Dos de los astronautas, durante su misión bajo el agualarazon

Los astronautas salen al espacio pero, en ocasiones, entrenan bajo el agua. Es lo que acaba de realizar la última expedición acuática de la NASA, que ha completado diez días de actividades junto a las costas de Florida, en Estados Unidos en la Misión de Operaciones en Ambientes Extremos de la NASA, o NEEMO.

Con ella, se simulan en el fondo marino las condiciones de exploración en el espacio, lo que permite probar tecnologías y entrenar a los astronautas para futuras expediciones fuera de nuestro planeta.

El astronauta español Pedro Duque se unió al resto de la tripulación de NEEMO-22 (dado que se trata de la 22.ª expedición del proyecto NEEMO) en el hábitat subacuático Aquarius, con los astronautas de la NASA Kjell Lindgren (comandante), Trevor Gradd (científico planetario) y Dom D’Agostino (científico investigador), así como dos técnicos de asistencia, según explica la Agencia Espacial Europea (ESA).

Los objetivos de este año incluían probar tecnologías para hacer seguimiento de equipamientos y estudios de la composición del cuerpo y del sueño, además de evaluar los aparatos de la ESA para ayudar a la evacuación de astronautas durante sus paseos espaciales. El concepto del Conjunto de Sistemas de Evacuación Lunar (LESA) ha sido desarrollado y probado en el centro de astronautas que la ESA tiene en Colonia, Alemania.

Durante sus salidas al espacio, por motivos de seguridad, los astronautas siempre van en parejas. En caso de necesidad, se permite permite a un astronauta transportar a su colega y rescatarlo llevándolo hasta la base. El sistema había sido probado en la instalación de flotabilidad neutra de la ESA y se sometió a un ensayo durante NEEMO-22.

El regreso a la superficie desde el fondo del mar duró unas 17 horas, debido a la necesidad de descompresión, mientras que para volver a la Tierra desde el espacio normalmente se tarda entre cinco y seis horas, según detalla la ESA.