Secuestros

La Policía mexicana difunde el retrato robot del supuesto secuestrador de Pilar Garrido

La imagen divulgada corresponde a un hombre entre 15 y 16 años de edad, de complexión delgada y de tez moreno oscuro

Retrato de uno de los presuntos secuestradores de la española María del Pilar Garrido, desaparecida desde el pasado 2 de julio
Retrato de uno de los presuntos secuestradores de la española María del Pilar Garrido, desaparecida desde el pasado 2 de juliolarazon

Aún no hay explicación a por qué el marido tardó tanto en denunciar los hechos. Se ha rastreado su casa y el lugar donde se alojaron en la playa.

Un secuestro sin petición de rescate es como un homicidio sin cadáver. Por eso Pilar Garrido todavía está considerada como persona desaparecida y por eso más de dos semanas después los investigadores siguen sin tener claro qué fue lo que ocurrió la tarde del 2 de julio. Sólo hay una persona que realmente puede saberlo. Él es Jorge Fernández, marido de la víctima y único testigo de unos hechos que tardó más de lo normal en denunciar.

Mientras no haya una llamada de los presuntos captores, la versión de los hechos aportada por el marido no puede ser confirmada, lo que ha provocado un aluvión de teorías al respecto de lo ocurrido. Pero esto es lo que se sabe hasta el momento, de acuerdo con la declaración aportada por Jorge Fernández, en la mañana del 3 de julio, ante la agencia del Ministerio Público Especializada en el Combate al Secuestro, en Ciudad Victoria, Tamaulipas.

La pareja había estado disfrutando, junto con su bebé de un año, de unos días en la ciudad costera de la Pesca, municipio de Soto la Marina. Una playa de arena fina enmarcada con el impresionante paisaje de La Laguna Madre, un área protegida de 230 kilómetros de extensión abierta al Golfo de México. En la tarde del domingo 2 de julio emprendieron su viaje de vuelta a Ciudad Victoria, capital del estado de Tamaulipas y residencia de la pareja durante los últimos tres años.

Una distancia de 111 kilómetros que poca gente se atreve a recorrer de noche ante el temor de ser asaltados. Una triste realidad que ya es habitual en Tamaulipas. Lo confirman unas cifras que hablan de 5.563 casos de personas desaparecidas actualmente en el estado norteño. Esta violencia es producto de la guerra entre los Zetas y el cártel del Golfo por el control de un territorio que comparte 370 kilómetros de frontera con Estados Unidos.

Conscientes de los peligros que puede entrañar viajar de noche en este estado, a las
18:00 de la tarde la pareja ya estaba a tan solo 50 kilómetros de Ciudad Victoria. En ese momento unas obras en la carretera 75 les obligaron a tomar un desvío que, como más tarde descubrirían, les llevaría a una trampa. Observaron como un vehículo «de modelo reciente y color arena» les seguía de cerca hasta el punto que llegó a cortarles el paso.

En ese momento, y de acuerdo a la declaración de Jorge Fernández, «descendieron dos sujetos armados que les pedían que entregaran sus pertenencias y que se bajaran del vehículo. El señor González Fernández refirió que debido a que les informó que traía un menor de edad, le apuntaron con un arma a su esposa, le dijeron que se bajara y se la llevaron en contra de su voluntad».

Pasadas las 18:00 de la tarde Fernández se vio con su bebé en brazos y con su mujer secuestrada por dos hombres a 50 kilómetros de Ciudad Victoria, lugar donde denunció los hechos. Pero no lo hizo esa misma tarde, por algún motivo no presentó la denuncia hasta «la mañana del día 3 de abril», según aseguró Rodríguez a este periódico.

Desde la misma mañana del 3 de julio se desplegó un gran operativo de búsqueda para encontrar a Pilar mientras los investigadores esperaban pacientes una llamada que, 20 días después, todavía no ha llegado. En total han sido seis despliegues con grupos de hasta 100 personas que, apoyados por unidades caninas y un helicóptero, han estado recorriendo edificios abandonados y diferentes lugares en cinco municipios y dos localidades de Tamaulipas sin obtener por el momento ningún resultado.

Paralelamente a esta búsqueda, las autoridades mexicanas abrieron otras líneas de investigación, entre ellas intentar descubrir qué fue lo que hizo desde el presunto secuestro hasta la posterior denuncia de los hechos. Para ello se han realizado pruebas de peritaje en el domicilio de la pareja, en el lugar donde estuvieron hospedados en la playa, así como en su vehículo, modelo Honda Civic del 2014. Mucho se ha hablado del maletero de ese coche donde presuntamente había manchas de sangre, no obstante los investigadores confirmaron que la prueba con Luminol fue negativa. Lo que no han desmentido por el momento es si pudo haberlo lavado antes de denunciar los hechos, algo que varios medios han denunciado.

También se está entrevistando, según asegura Luis Alberto Rodríguez, «a personas que pudieron tener conocimiento de los hechos». Unos hechos que solo presenció el marido de la víctima. Esta línea de investigación podría reforzar la teoría de que la pareja pasaba por un mal momento, algo que podrían confirmar sus amistades. De todas estas pruebas tendremos los resultados «la semana que viene», de acuerdo con Rodríguez.

Por el momento Jorge Fernández continúa en libertad, lo que implica que, por muchas sombras que plantee su versión, los investigadores no han encontrado, por el momento, pruebas definitivas en su contra. Entretanto el rastro de Pilar Garrido continúa enfriándose, 20 días después de su desaparición.