Violencia de género

«Perdona por haberme dejado maltratar»

De las 50 mujeres del estudio, sólo 10 habían denunciado su situación
De las 50 mujeres del estudio, sólo 10 habían denunciado su situaciónlarazon

Felicidad Muñoz acudió ayer por la mañana a uno de los juicios que tiene cada cierto tiempo de violencia de género. Es experta en malos tratos y, además de en su consulta privada, trabaja como psicóloga de las áreas de Igualdad de los Ayuntamientos de Estella-Lizarra y Berriozar: «La víctima llevaba 20 años sufriendo maltrato y su hija terminó padeciendo lo mismo, se convirtió en una víctima más». Ahora, esa madre se siente culpable, se disculpa ante su hija por no haberla sacado de ese círculo de violencia. «Ocurre muy a menudo», comenta Muñoz, que coincide con una de las conclusiones del estudio que presentó ayer la secretaria de Estado de Servicios Sociales e Igualdad, Susana Camarero, en el que se analizaron los motivos por los que las mujeres no denuncian. «Las mujeres ya no se sienten culpables, responsables de estar sufriendo violencia de género, sino que ahora por lo que sufren es por haber hecho partícipes a sus hijos de dicha violencia», afirma la coordinadora del estudio, Pilar Menchón, psicóloga forense y responsable de varias unidades de Valoración Integral de Violencia de Género. «He atendido varios casos de mujeres de edad avanzada que les han pedido perdón a sus hijos tras muchos años de malos tratos», añade. Así, como refleja la Macroencuesta de Violencia contra la Mujer 2015, sólo el 9 por ciento de las mujeres víctimas no denunciaron a su agresor porque consideran que era su responsabilidad. El temor a posibles represalias y las presiones familiares o del entorno también han perdido importancia como inhibidores a la hora de denunciar, de acuerdo con el informe presentado ayer. Felicidad Muñoz, por su trabajo diario, corrobora casi todas las conclusiones del estudio, aunque insiste en que «las reacciones de los más próximos no siempre son de apoyo, sobre todo en localidades pequeñas donde no existe tanta conciencia. En muchos casos son las amistades comunes las que le recriminan a la víctima por haber dejado a su pareja. Es muy habitual oír la frase: ‘‘Pobre, está hecho polvo’’».

En el estudio que presentó ayer la secretaria de Estado participaron 50 mujeres a las que se les realizó una entrevista para conocer su situación y cuántas habían optado por la vía judicial. Del medio centenar, sólo diez habían interpuesto una denuncia contra su maltratador. Y aunque eran 50 las mujeres víctimas, en su entorno, como apunta la coordinadora del informe, el círculo de violencia superó el centenar de afectados, ya que la mayoría de ellas tienen dos hijos o más. De acuerdo con los datos, el 40 por ciento de las mujeres tenían antecedentes de malos tratos, aunque son pocas las que aseguran haber tenido otras parejas que las maltrataran. A la hora de abordar el porqué de no interponer una denuncia, cuatro de cada diez reconocen que lo hacen por miedo a represalias. Sin embargo, como apunta la coordinadora del estudio, no es un temor único: «Tienen miedo a su agresor, al proceso judicial, a no ser creídas, a perder a sus hijos, a no contar con protección suficiente, a un trato prejuicioso, a no contar con medios económicos suficientes...». La vergüenza también paraliza al 10 por ciento de las mujeres que participaron en la encuesta. «Sienten pudor, frustración por no haber salido antes de la relación» y, dentro de este punto vuelve a entrar el sentimiento de culpa con respecto al daño al que han sometido a sus hijos por permanecer con el agresor. Aunque la presión social se ha reducido gracias a las campañas de sensibilización, como indicaba anteriormente la psicóloga navarra, tres de cada diez víctimas aducen este motivo para no interponer la denuncia. La falta de información y la dependencia emocional también siguen jugando un papel importante a la hora de tomar la decisión. Aunque no aparecen dentro de los datos cuantitativos, Menchón también destaca como motivo de inhibición que «la mujer busca una vida tranquila. Quiere salir de la relación, pero sin que sea traumático». Por ello, muchas no denuncian.

En este sentido, Susana Camarero aseguró ayer que el 77 por ciento de las mujeres que en 2014 se encontraban en una relación de maltrato, consiguieron salir sin acudir a la vía penal. «No todo se soluciona a través de la Justicia», explica la coordinadora del estudio a este diario. «Cada mujer es un caso y si cuentan con una buena red e infraestructuras en su entorno, pueden salir». Muñoz afirma que «a la mayoría de mujeres les cuesta reconocer que son maltratadas. Piensan que a ellas no les puede pasar y muchas buscan la privacidad. Por eso acuden a consultas privadas», concreta. «Cada vez más mujeres buscan vías alternativas para superar su situación, buscan una separación segura, no traumática en la que se puede trabajar durante años». Teresa San Segundo, directora del Máster de Malos Tratos y Violencia de Género de la UNED, considera que «por esta vía no se pone fin a la situación de violencia» porque con la modificación en 2005 de la ley de divorcio «ya no se tiene que aducir ninguna causa y, por lo tanto no va a quedar constancia de esas agresiones». De este modo, como apunta la experta, «el agresor puede tener la custodia única o compartida y así mantener la situación de violencia con sus hijos».

Todas las expertas han tratado a mujeres que, tras poner la denuncia, se arrepienten porque «no se da apoyo suficiente», apunta San Segundo. Por ello, consideran que es necesario no sólo aumentar los medios destinados a combatir esta lacra, sino mejorar la formación de los profesionales y educar a los menores porque muchas adolescentes ya sufren violencia de género. «A mi consulta cada vez llegan más crías, muchas de ellas menores de edad», concluye Muñoz.

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