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Un samaritano alemán para el niño de la maleta

Un samaritano alemán para el niño de la maleta
Un samaritano alemán para el niño de la maletalarazon

Ofrece más de 2.000 euros para que Adou se reúna con su familia en Lanzarote.

Poco menos de 100 euros separaron a Ali Ouattara de poder llevarse legalmente al pequeño Adou a Fuerteventura, donde vive junto a su mujer y otra hija. En la lavandería donde trabaja cobra alrededor de 1.250 euros pero, para poder traerse al pequeño, necesitaba contar con una nómina de unos 1.330 euros –la cantidad exigida para una familia de cuatro miembros–. La situación fue desesperada. Ali recogió a su hijo en Casablanca, donde llegó desde su país de origen, Costa de Marfil, posiblemente acompañado de un familiar. Allí contactó con una organización que le prometió, previo pago de 5.000 euros, que trasladarían al pequeño a Madrid. Ali no podía imaginarse entonces que la imagen de su pequeño incrustado en una maleta en la aduana de Ceuta daría la vuelta al mundo. De hecho, se enteró hora y media después, cuando la Guardia Civil le detuvo.

La repercusión internacional de esa foto ha sido tanta que han surgido buenos samaritanos más allá de nuestras fronteras. Es el caso de un ciudadano alemán, jubilado, y que se enteró de la noticia tras leerla en «Der Spiegel». Estanislao Naranjo, abogado de la Red Española de Inmigración, afirma que esta persona, cuya identidad no ha trascendido, ha ofrecido 2.400 euros para que toda la familia de Ali esté reagrupada en Lanzarote. Y, además, también quiere seguir pagando la diferencia entre lo que gana Ali y lo que le exige la Ley para seguir con la reagrupación, pues, como señala Naranjo, «se hace una revisión de la situación cada tres años». El ofrecimiento, afirma, ha llenado de esperanza a Ali. «Está muy contento y agradecido».

Un abrazo entre lágrimas

Con todo, todavía se está a la espera de ver cómo transcurre el caso antes de llevar esta donación a cabo. Y es que actualmente continúan las diligencias previas. Lucie Ouattara, madre del pequeño, llegó ayer a Ceuta para declarar. Pero, por encima de todo, para fundirse en un abrazo con su hijo en el centro de menores donde permanece ingresado. «El niño casi se cae por el pasillo al ver a su madre», afirmó a Efe Juan Isidro Fernández, abogado de la familia. «Ha sido muy emotivo, salió corriendo y los dos se abrazaron. Estaban deseando verse», añadió.

Fernández confirmó ayer a LA RAZÓN que han solicitado la libertad provisional para Ali. Y es que, como señala Naranjo, se le acusa de incumplir el artículo 318 bis del Código Penal, sobre tráfico ilegal de personas. «Se trata de una medida excesiva. Se castiga con una pena de 4 a 8 años de cárcel. Pero, a partir de este 1 de julio, entra en vigor su modificación y el castigo será de 3 meses a 1 año», asegura. Fernández aportó ayer documentación para intentar probar que Ali no incurrió en este delito. Entre otros documentos, el certificado de nacimiento de Adou y la nómina de Ali. «Es una víctima de estas mafias», señala el letrado. Además, Lucie se sometió a una prueba de ADN para confirmar su parentesco con el niño. El objetivo es que el niño, que padece paludismo, se pueda reunir con su madre en cuanto terminen los trámites burocráticos. Un hecho anhelado por esta familia y que podría producirse en un plazo de 20 a 30 días.