Cantabria

Ecoturismo la vuelta a la Naturaleza

Comenzar un estilo de vida sostenible está al alcance de todos también en verano. Algunas pistas: equiparse con productos sostenibles, disfrutar del entorno con empresas locales y ser un turista con ética

Ecoturismo la vuelta a la Naturaleza
Ecoturismo la vuelta a la Naturalezalarazon

Comenzar un estilo de vida sostenible está al alcance de todos también en verano. Algunas pistas: equiparse con productos sostenibles, disfrutar del entorno con empresas locales y ser un turista con ética

Conectar con la naturaleza, para explorarla y descubrirla, es muy recomendable en cualquier época del año. Pero, el común de los mortales cuando más tiempo y oportunidades tiene para disfrutarla es en vacaciones. Y, desde luego, tanto en España como en otros países, por posibilidades nadie se puede quejar. Las oportunidades de hacer turismo de naturaleza, más o menos activo, abundan y crecen cada año.

Las excursiones por espacios naturales guiados por expertos que ayudan observar e interpretar el paisaje y conocer la flora y la fauna del lugar, están muy arraigadas. Conocer cómo se han formado esos paisajes es la propuesta del geoturismo, «que mira el esqueleto de la Tierra, lo que alberga la vida que hay a nuestro alrededor y que está ahí desde antes de que esta llegara», como lo define Iñaki García, geólogo, que ha optado por hacer de la divulgación y la explicación del geopaisaje su medio de vida, tras años de lidiar con suelos contaminados.

Ahora organiza excursiones en barco para observar la costa cantábrica desde un punto de vista diferente, el de la Geología. «Vamos a los acantilados de Uribe Ksota, muy cerca de Bilbao; o en Urdaibai, también en Vizcaya, salimos del puerto de Mundaka, y vamos río arriba descubriendo por qué ese paisaje es así. También hacemos la ruta Getxo-Sopelana-Barrika, que han sido escenarios, por cierto, de ‘‘Juego de Tronos’’. Y en Cantabria, en la costa de Noja».

Apuntarse a una de estas excursiones es, dice García, «como ir en dirección contraria, prohibida. Vamos todo el tiempo mirando hacia atrás, miles o millones de años, como leyendo en las páginas ya pasadas de un libro, por qué las rocas, los pliegues y todo ese paisaje que nos cautiva es así y cómo ha llegado a serlo». Lo que también asegura es que «no son viajes de adrenalina, ni en los que la gente más se despeina, aunque hacemos varios desembarques para ver las cosas de cerca o desde otro punto de vista. Y muchas veces los más pequeños son los que más se meten en el tema».

Además, destaca García, que es coautor de la Guía Divulgativa de la Geodiversidad del País Vasco, «esta costa tiene un enorme potencial para el geoturismo porque hay lugares excepcionales; y, como las rocas siempre están ahí, salvo que haga un tiempo terrible las salidas pueden hacerse perfectamente desde abril hasta finales de octubre como mínimo».

Canoas

Las acuáticas y las nocturnas son las protagonistas durante el verano en TNT Aventura. Son las que más se pueden saborear en esta época en una zona como el valle del Guadalquivir, donde realizan «diferentes actividades en canoa, para disfrutar del río Guadalquivir y sus afluentes», explica María Mar Berbén fundadora de la que en su momento fue la primera empresa de turismo activo en este valle.

Desde 1999, cuando la creó, hasta ahora, ha diversificado mucho la oferta, de manera que están activos todo el año, y se dirigen a públicos muy diversos, pero las canoas siguen siendo la «marca de la casa». «Se trata de poner el río al alcance de todos y la canoa es el medio ideal. Hacemos actividades para distintos públicos, vamos a aguas bravas, a aguas tranquilas, a lugares de difícil acceso por tierra, hacemos salidas nocturnas para ver las estrellas». Esto último lo empezaron a hacer en 2012, «antes incluso de que en 2014 los cielos de Sierra Morena fueran declarados Reserva Astronómica Starlight, la mayor del mundo. Hacemos un circuito y nos paramos a mitad de camino para tumbarnos a ver las estrellas. Son experiencias muy bonitas».

Para Berbén, la canoa es un medio ideal para disfrutar del paisaje y del entorno. Tienen como norma hacer «grupos no muy numerosos, si hay más demanda, se hacen más turnos. Pero con los cupos más pequeños cuidamos mejor el entorno y, por supuesto, la seguridad».